La magnitud del asteroide que podría impactar en la Tierra en 2032: "Más de 200 veces la potencia de la bomba de Hiroshima"
El asteroide 2024 YR4 podría impactar en la Tierra en 2032: hay pocas probabilidades, pero de impactar, las consecuencias serían severas
El hipotético impacto sería el 22 de diciembre de 2032: la probabilidad de hacerlo es de algo más del 1,5%
La ONU activa los protocolos de seguridad ante la posibilidad de impacto de un asteroide en la Tierra
Un asteroide ha hecho saltar las alarmas en la comunidad científica. Fue divisado en diciembre del año pasado y requiere un seguimiento exahustivo porque, aunque remota, existe la posibilidad de que impacte en la Tierra.
Del asteroide sabemos que le han puesto el nombre de 2024 YR4. Tiene una dimensión de hasta 90 metros de diámetro, algo así como el largo de un campo de fútbol. La fecha que se maneja como de un hipotético impacto es el 22 de diciembre de 2032 y la probabilidad de hacerlo es de algo más del 1,5%.
El asteroide se percibe en las imágenes satelitales tan pequeño como la posibilidad de su impacto en la Tierra. Pero si ocurriera, sería de tal magnitud que sus efectos obligarían a evacuaciones masivas para evitar víctimas. "La magnitud sería de más de 200 veces la potencia de la bomba de Hiroshima", señala Javier Licandro, investigador del Instituto de Astrofíscia de Canarias.
"Si impacta en el mar, vamos a tener un maremoto importante, un tsunami importante"
"Si impacta en el mar, vamos a tener un maremoto importante, un tsunami importante", precisa René Duffard, investigador de IAA-CSIC. La tecnología actual nos ha permitido divisar el asteroide, detectar esa posibilidad de impacto y activar por primera vez el protocolo de seguridad planetaria. "Lo vamos a poder medir unos meses más, hasta abril", detalla Duffard. Porque, a partir de ese momento, estará tan alejado que ni los telescopios más potentes podrán ubicarlo. Será de nuevo visible en 2028 y nuevas observaciones servirán para confirmar o no la posibilidad de impacto: "Lo esperable es que disminuya". Pero si el riesgo hubiera aumentado y fuera real, hay otra estrategia: "Si mandásemos una nave para impactar y para mover la órbita…".
Y ya lo hicimos en 2022. A 11 millones de kilómetros una nave enviada desde la Tierra colisionó y cambió la órbita del asteroide Dimorphos. Si es necesario, los científicos aseguran que podríamos usar la misma técnica: "Si se hace con el suficiente tiempo, este desvío puede evitar que impacte con la Tierra", sentencia Licandro. Los expertos insisten, por tanto, en que de momento podemos seguir mirando con calma el firmamento.
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