¿Almendro o cerezo? Estos son los trucos para distinguir con la floración primaveral

  • Los cerezos y almendros en flor pueden ser en ambos casos rosas o blancos

  • Las principales referencias entre ambos se encuentra en sus hojas y su tronco

  • Para distinguir sus flores, debes fijarte en la forma en la que crecen

El Bierzo o el valle del Jerte lucen ya lo colores de la primavera. Sin duda es la mejor época del año para visitar los almendros y cerezos en flor, aunque su indiscutible parecido complica la vida a la hora de distinguirlos. No es de extrañar: ambos son del género Prunus y pertenecen a la familia de las rosáceas. Pero hay trucos para diferenciarlos.

Ni el color ni el tamaño te ayudarán en la tarea de distinguir, puesto que almendros y cerezos son prácticamente iguales en ese sentido. Entonces, ¿en qué hay que fijarse? La clave está en la hoja, en el tronco y en la forma. Apunta.

Fíjate bien en las flores

Alguna vez habrás escuchado que almendros y cerezos se diferencian en el color de sus flores, pero no es así. Ambos pueden tener flores tanto blancas como rosas, por los que esta no es una característica que nos sirva para distinguir. Pero sí hay otros.

En primer lugar, los almendros florecen antes, aproximadamente al final del invierno. Además, sus flores –que miden de 2 a 5 centímetros– brotan antes que las hojas. En cambio, en los cerezos las flores –que miden entre 2 y 3 cm– brotan al mismo tiempo que las hojas al comienzo de la primavera.

No obstante si pillas ambos ya florecidos quizá necesites alguna pista más. Una de las más evidentes es la siguiente: fíjate en la forma en la que crecen las flores. En los almendros lo hacen a lo largo del tallo, en racimos, con un pedúnculo de pedúnculo similar, mientas que en el cerezo lo hacen en lo que se conocen como corimbos. En otras palabras, en el cerezo creen apelotonándose al mismo nivel, con pedúnculos de diferentes tamaños.

Como vemos a continuación, esto facilita la distinción porque en el almendro las flores se distribuyen a lo largo del tronco, mientras que en el cerezo se amontonan:

La forma de las hojas

Cuando te acercas mejor a los árboles, surge otra diferencia entre el almendro y el cerezo: la hoja. La de los almendros es alargada y puntiaguda, con el borde ligeramente dentado. La de los cerezos, también dentada, es más ovalada y acaba en punta, y el tallo que la une al tronco es rojizo. Además, el color de la hoja del cerezo es más tenue, menos intenso que la del almendro.

La estructura del tronco

Este truco es el más útil de todos: mira bien el tronco en las siguientes imágenes. La primera imagen, de un cerezo, muestra un tronco recto y tiene una corteza lisa, de un color entre gris y marrón, y su copa es cónica.

En cambio, en la segunda, del almendro, el tronco es tortuoso –con ondulaciones y aspecto retorcido– y es más rugoso. Además la corteza tiene un color más verdoso que se va oscureciendo con los años, y la copa del árbol es más abierta.

Con estos consejos a partir de ahora te será mucho más fácil diferenciar.