Los colores del otoño, vistos por satélite: así los capta la Nasa
La clorofila hace que las plantas parezcan verdes
Con menos horas de luz, otros pigmentos tiñen las hojas de amarillo y rojo
El arce se vuelve rojo brillante y el arce negro, amarillo
El lugar elegido para la foto es el noreste de Estados Unidos, en el entorno de los Grandes Lagos. “Es de las primeras regiones en experimentar el color del otoño”, dice la Nasa, que cada año suele difundir imágenes del cambio de tonalidades en bosques y montañas por estas fechas.
Los bosques se tiñen de amarillo y rojo
MÁS
“Ayudado por un período de clima frío, el follaje de otoño alcanzó su punto máximo en los bosques de la región a fines de septiembre. Esta imagen se adquirió en los alrededores del lago Superior, una zona rica en álamos, abedules, arces, tilos y otros árboles de madera dura de hoja caduca”, ha publicado la Nasa.
Las hojas caducas de los árboles cambian de color a medida que pierden clorofila, la molécula que utilizan las plantas para sintetizar los alimentos. La clorofila hace que las plantas parezcan verdes porque absorbe la luz del sol roja y azul cuando golpea la superficie de las hojas, explica la agencia espacial.
No es un compuesto estable y por tanto las plantas tienen que sintetizarlo continuamente para mantener sus hojas verdes, un proceso que requiere mucha luz solar y temperaturas cálidas. Cuando las temperaturas bajan y los días se acortan, los niveles de clorofila también disminuyen.
Le toman el relevo otros pigmentos de las hojas (carotenoides y antocianinas), que absorben la luz azul verdosa y azul, lo que hace que se tiñan de amarillo y rojo.
Como explica el Servicio Forestal de los Estados Unidos, ciertas especies de árboles producen ciertos colores. Los robles generalmente se vuelven rojos, marrones o rojizos; el álamo temblón y el álamo amarillo se vuelven dorados. Los arces difieren según la especie. El arce rojo se vuelve escarlata brillante; arce de azúcar, rojo anaranjado; y arce negro, amarillo. Las hojas de algunos árboles, como los olmos, simplemente se vuelven marrones.
Otros paisajes del otoño
Otros años la Nasa nos ha ensañado otros enclaves como el este de Siberia, con un paisaje muy diferente en otoño, o los Cárpatos del este de Europa, donde abundan los árboles de hoja caduca como abedul, haya y roble, y las coníferas, como pinos y píceas.