Cuando estás nervioso, "tu cerebro se activa y manda la señal para que el cuerpo se defienda de esa amenaza que te genera tensión", tal y como recoge Bienestar180. Tu cuerpo empieza a producir mayor cantidad de adrenalina, el corazón empieza a latir de manera acelerada y el estómago trabaja más lento, provocando esa sensación en el estómago.
Para evitar que esos síntomas se aceleren y empeore tu calidad de vida, intenta poner en práctica estos consejos:
– Respira profundamente: inspira, expira; inspira, expira. Concentra la atención en la respiración durante cinco minutos y siente como esa sensación baja a el estómago.
– Practica ejercicio con regularidad, pues genera endorfinas y ayuda a relajarte. Uno de los más recomendables es hacer estiramientos para liberar la tensión muscular.
– Aporta una solución alternativa: para un momento de pensar en lo que te agobia y evita que te genere más estrés. Una mentalidad positiva reducirá las posibilidades de focalizar el problema.
– Dedícate un tiempo para ti: busca alguna actividad que te guste, queda con tus amigos y que te relajen.
¡Tu estomago lo agradecerá!