Somnolencia postprandial es el término técnico para denominar a algo tan común que nos sucede a todos: tener sueño después de comer. Esa sensación de fatiga, cansancio repentino y pesadez es la que nos lleva —siempre que se pueda— a arrimarnos a la cama y... Ya puestos... A dormir. Cómo no.
Sin embargo, este hábito puede que no sea tan beneficioso como creemos. De acuerdo con un estudio publicado por Institute of Sports Sciences & Medicine, no se recomienda dormir después de comer porque no permite que el organismo haga la digestión correctamente.
Recopilamos otros motivos por los que no es recomendable según recoge el portal web Salud 180.
Al acostarse después de comer, los jugos gástricos suben por el esófago y causan reflujo, es decir, la sensación de que la comida se te regresa.
Como lo explica el estudio, si duermes después de comer estás bloqueando el proceso de digestión y te provocará la sensación de 'estómago pesado' durante varias horas.
En efecto, otra causa que nos lleva a engordar. Se debe a que las propiedades de los alimentos no se digieren correctamente y aumentan sus calorías.
Cuando no dejamos pasar el tiempo necesario para la digestión y dormimos inmediatamente, puede presentarse una falta de oxigenación, el cual podría desencadenar en un episodio cerebrovascular.
Es por esto que los expertos recomiendan no dormir durante los primeros 40 minutos después de comer.