¿Qué es y en qué consiste la misión Juno de la NASA?

  • La misión Juno de la NASA llegó en el año 2016 a Júpiter

  • Desde entonces, analiza la composición atmosférica y otras características del planeta y sus lunas

  • Los científicos esperan aprender sobre el origen del sistema solar y la propia Tierra gracias a Juno

En los últimos días, desde los alrededores del lejano Júpiter, la sonda espacial Juno de la NASA ha estado enviando las imágenes más nítidas hasta el momento de la luna Ganímedes, la más gigantesca del sistema solar. ¿En qué consiste esta misión que está dando tanto de qué hablar?

La misión Juno de la NASA fue lanzada en 2011 con la ambiciosa tarea de explorar el origen y la evolución de Júpiter y lo que se conoce como el ‘sistema joviano’, que constituyen el planeta y sus lunas. La sonda tardó en llegar al sistema solar externo en torno a cinco años.

Desde su llegada en 2016, Juno ha ayudado a los científicos a conocer más sobre la atmósfera de Júpiter, sobre sus auroras boreales, sus misteriosos ciclones o la Gran Mancha Roja, una tormenta gigante más grande que la Tierra.

Desde la NASA resumen en los siguientes puntos los objetivos de la misión:

  • Determinar cuánta agua hay en la atmósfera de Júpiter, lo que ayuda a determinar qué teoría de formación de planetas es correcta (o si se necesitan nuevas teorías).
  • Mirar profundamente en la atmósfera de Júpiter para medir la composición, la temperatura, los movimientos de las nubes y otras propiedades.
  • Mapear los campos magnéticos y gravitacionales de Júpiter, revelando la estructura profunda del planeta.
  • Explorar y estudiar la magnetosfera de Júpiter cerca de los polos del planeta, especialmente las auroras, las luces del norte y del sur de Júpiter, que brindan nuevos conocimientos sobre cómo el enorme campo de fuerza magnética del planeta afecta su atmósfera.

Júpiter nos dará pistas sobre el origen del sistema solar

Las teorías sobre la formación del sistema solar comienzan con el colapso de una nube gigante de gas y polvo, o nebulosa, la mayoría de las cuales formó el sol infantil. Al igual que el sol, Júpiter es principalmente hidrógeno y helio, por lo que debe haberse formado temprano, capturando la mayor parte del material que quedó después de que naciera nuestra estrella.

Sin embargo, no está claro cómo sucedió esto. ¿Se formó primero un núcleo planetario masivo y capturó gravitacionalmente todo ese gas, o se colapsó una región inestable dentro de la nebulosa, lo que provocó la formación del planeta? Las diferencias entre estos escenarios son profundas, apunta la NASA.

A diferencia de la Tierra, la masa gigante de Júpiter le permitió mantener su composición original, brindándonos una forma de rastrear la historia de nuestro sistema solar. Juno medirá la cantidad de agua y amoníaco en la atmósfera de Júpiter y determinará si el planeta realmente tiene un núcleo sólido, resolviendo directamente el origen de este planeta gigante y, por lo tanto, del sistema solar. Al mapear los campos magnéticos y gravitacionales de Júpiter, Juno revelará la estructura interior del planeta y medirá la masa del núcleo, concluyen.