La región de Krasnoyarsk, en Siberia, es de las más frías de Rusia. Las recientes tormentas invernales y nevadas han hecho caer las temperaturas a valores tan gélidos como los 20 grados bajo cero que hacía en la localidad de Yemelyanovo. Allí, un residente se encontró entre un surco en la nieve y, al mirar en su interior, la mirada de siete cachorros le conmovió. No tenían mala pinta, pero estaban acurrucados con el cadáver de su madre, que no sobrevivió al temporal.
Se cree que la hembra, la madre de los cachorros, era callejera, y habría muerto de agotamiento, hambre e hipotermia. Aunque otra teoría es que alguien hubiese envenenado a la perra, dado que es llamativo que solo ella muriese y sus crías estuvieran bien.
Voluntarios del refugio ‘Homeless Dogs Krasnoayrsk’ acudieron en su ayuda y han estado recaudando fondos. Ahora piden familias que quieran acogerlos en adopción. Separarlos del cuerpo de la madre, han contado al medio ‘The Siberian Times’, no fue fácil, no querían dejarla.
Los dueños del refugio han compartido imágenes de los cachorros, que están sanos, y se ha comprometido a ayudar con la esterilización a las familias que adopten, si fuera necesario. Se trata de tres hembras y cuatro machos.
En otras zonas de Siberia, en la última semana los termómetros han caído hasta los -54ºC, obligando a cancelar las clases escolares. Esta medida que puede parecernos lógica es allí un hecho excepcional, puesto que, generalmente, informó 'The Siberian Times', los colegios suspenden las clases a partir de los -52ºC para los alumnos de primaria, y a partir de los -56ºC para los mayores.