Tres turistas españolas prueban asombradas los taxis robot en San Francisco mientras Nueva York se resiste a su llegada

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La expansión de los taxis sin conductor en Estados Unidos avanza a gran velocidad y se ha convertido en una experiencia casi obligada para los visitantes. En ciudades como San Francisco, estos vehículos autónomos forman ya parte del paisaje urbano y despiertan tanta curiosidad como inquietud. Así lo comprobaron tres turistas españolas que, durante sus vacaciones, decidieron solicitar uno de estos taxi robot para desplazarse por la ciudad californiana. Informa Mamen Sala.
Al subir al vehículo, las jóvenes se encontraron con un interior cuidado, música clásica de fondo —que podían cambiar a su gusto— y un sistema que no permite iniciar la marcha hasta que todos los pasajeros se han abrochado el cinturón. Durante el trayecto, el coche respetó semáforos, frenó ante peatones y realizó giros de manera completamente autónoma. “Ver cómo el volante se mueve solo impresiona; al principio da un poco de miedo, pero luego te acostumbras”, relató una de ellas tras finalizar el recorrido. Desde la central de control, además, recibieron una llamada para confirmar que todo transcurría con normalidad.
Nueva York se opone a los vehículos sin conductor
Actualmente, más de 1.500 vehículos robotizados circulan por cinco ciudades estadounidenses, y las empresas del sector tienen la vista puesta en Nueva York como próximo gran objetivo. Sin embargo, su desembarco en la mayor metrópoli del país está lejos de ser inminente. Una ley estatal prohíbe por ahora la circulación de coches sin conductor en Manhattan, y el sector del taxi tradicional se ha movilizado para impedir cualquier cambio normativo.
Los taxistas neoyorquinos consideran inviable que un vehículo autónomo pueda desenvolverse en el caótico tráfico de la ciudad y temen que la automatización ponga en riesgo miles de empleos. La emblemática flota de taxis amarillos ya ha anunciado que luchará para que “ninguna máquina les arrebate el volante ni los clientes”.
