Estas espectaculares imágenes de una manada de más de 30 camellos Bactrain salvajes están dando la vuelta al mundo. Han sido captadas por un dron en el desierto del Gobi, en China, y podrían ser las últimas que veamos de tantos ejemplares juntos de esta especie.
La reserva natural en la ciudad de Jiuquan, en la provincia de Gansu, noroeste de China, es la última esperanza para los camellos bactrianos, una especie en peligro crítico de extinción, el estado previo a su extinción total en el ámbito salvaje. Las nuevas imágenes captadas con un dron son de la manada de camellos salvajes más grande observada en los últimos años.
En el censo del año 2004 solamente se contabilizaron unos 650 ejemplares en toda China y menos de 400 en Mongolia, según apuntan desde el zoológico de Barcelona. Para protegerlos, el Gobierno chino ha prohibido el turismo y las expediciones en esta zona del desierto.
Este animal tolera condiciones climáticas verdaderamente extremas. Su capacidad para resistir largos periodos de tiempo sin comer ni beber, gracias a sus jorobas, lo han convertido en el rey del desierto.