Son más y han llegado antes: las procesionarias invaden media España por el calor y a la sequía

eltiempohoy.es 27/03/2019 12:00

"Tienen efectos desde medianamente graves, como urticarias y eccemas, hasta muy graves, como se han dado casos de tener que operar o incluso cortar la lengua a perros", dice el jefe de Biodiversidad Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. Las procesionarias del pino se multiplican en la capital por el tiempo seco y cálido que arrastra desde hace varios meses.

La curiosidad natural de los niños y perros preocupa a los ayuntamientos, que recomiendan ir con mucha atención en los parques y zonas verdes de la ciudad. Es aconsejable mirar bien, puesto que se las ve con facilidad desfilando en procesión, y acudir rápidamente a un especialista en caso de observar hinchazón, especialmente cuando se da en el hocico de nuestro perro. Ellos son los más vulnerables.

Pero no solo es arriesgado entrar en contacto con estas orugas, la simple cercanía podría costarnos un disgusto. Cuando se sienten molestas, desprenden sus 'pelos', que se propagan con la ayuda del viento y contienen un veneno neurotóxico.

Trabajos para erradicarlas

El uso de insecticidas no está permitido desde el año pasado, por lo que los operarios, enfundados en sus equipos de protección, destruyen a mano los nidos donde las orugas se refugian antes de bajar de los pinos y enterrarse en la tierra, bien cortando esos nidos o quemándolos. Otra medida que llevan a cabo para evitar que desfilen por nuestras ciudades es la instalación de bolsas a modo de trampa, así "encuentran una franja que les evita seguir y las dirige hacia una botella", explica el operario de la Comunidad de Madrid.

Con estas medidas se procura que no proliferen, en vista de que las condiciones meteorológicas seguirán favoreciendo su reproducción. La única vía para evitarnos una infección, individualmente, es alejarnos de ellas y en ningún caso manipular los nidos, puesto que podrían romperse y extender la plaga.