Los pulmones se regeneran si dejas de fumar

  • Un estudio revela cómo células de las vías respiratorias de exfumadores poseen niveles de mutación similares a los de no fumadores

  • Dejar de fumar reduce el riesgo de desarrollar cáncer pulmonar

Los pulmones de los exfumadores se autorreparan. Expertos del Instituto Wellcome Sanger y el University College de Londres (Reino Unido) han demostrado por qué el riesgo de sufrir cáncer de pulmón baja cuando se abandona el hábito de fumar.

“Esta es la primera vez que se demuestra que el pulmón puede repararse a sí mismo del daño genético causado por el tabaco”, ha explicado Sam Janes, investigador del University College de Londres a SINC. “El mensaje clave es que debes dejarlo ya”.

Los investigadores creen que al dejar de fumar podría reponerse parcialmente el tejido pulmonar por células que no han sido dañadas por la exposición a las sustancias tóxicas, según el estudio publicado en la revista Nature.

Un fumador sufre daño genético extremadamente alto en las células que recubren las vías respiratorias y aumenta rápidamente año tras año. “Si se abandona este hábito no solo dejan de crecer las lesiones, sino que las células dañadas se podrían reemplazar por otras sanas, protegiendo al individuo de cáncer en el futuro”,

Para entender los efectos celulares de fumar estudiaron a 16 personas: tres niños, cuatro no fumadores, seis exfumadores y tres fumadores actuales.

Las células de los fumadores sufren hasta 10.000 mutaciones

Más de 9 de cada 10 células pulmonares de fumadores tenían hasta 10.000 cambios genéticos adicionales –mutaciones– en comparación con los no fumadores, y que estas mutaciones eran causadas directamente por los químicos del humo del tabaco, según el estudio en el que secuenciaron el ADN de 632 células.

Más de una cuarta parte de estas células dañadas tenían al menos una mutación cancerígena, lo que manifiesta por qué el riesgo de cáncer de pulmón es mucho mayor en las personas que fuman. Sin embargo, en los exfumadores había un grupo considerable de células que cubrían las vías respiratorias y que no sufrían daño genético por su pasado como fumadores.

Estas células estaban genéticamente en las mismas condiciones de las de los que nunca habían fumado: tenían mucho menos daño genético y, por ello, un bajo riesgo de convertirse en cáncer.

Además, los investigadores comprobaron que los exfumadores tenían cuatro veces más de estas células sanas que las personas que todavía fumaban confirmando que nunca es tarde para dejar el tabaquismo.