¿Cómo limpiar las rejillas de ventilación del baño sin desmontarlas?

La limpieza del hogar es algo muy importante porque vivir en una casa limpia nos ayuda a protegernos de alérgenos, bacterias y gérmenes, lo que reduce el riesgo de padecer infecciones y otras enfermedades transmitidas por microorganismos. Además, el orden también nos aporta paz mental. 

Hay estancias que requieren una mayor atención por sus propias funciones. Por ejemplo, una cocina que se usa a diario hay que limpiarla más a menudo para evitar que olores y suciedad de preparar la comida se acumulen. También pasa algo similar con los cuartos de baño, llenos de recovecos a los que hay que prestar atención. 

Esta estancia de la casa tiende a acumular humedad, vapores y malos olores y por eso en ocasiones una limpieza habitual no es suficiente, es necesario que sea un poco más en profundidad y, sobre todo, que no nos olvidemos de esos elementos que pasan desapercibidos en nuestro día a día, como las rejillas de ventilación

Rejillas de ventilación: así puedes limpiarlas

Estas rejillas tienen la función de evitar que se acumulen olores y humedad en la estancia, pero con el paso del tiempo tienden a acumular polvo que no siempre vemos a simple vista, lo que hace en que no siempre reparemos en la necesidad de mantenerlo limpio. 

Una de las formas más habituales de limpiar estas rejillas y así evitar que lleguen a atascarse y dejen de cumplir con su misión, es desatornillarlas con cuidado y sacarlas de su hueco. Una vez hecho esto solo habrá que usar un trapo seco de microfibra y eliminar la máxima suciedad posible, después, dejar la rejilla unos minutos en remojo en una disolución de agua y amoniaco. Frota bien hasta que se quede reluciente, deja que se seque por completo y con cuidado, vuelve a ponerla en su lugar. 

Este proceso no es complicado, pero no siempre es posible hacerlo de este modo porque no todas las rejillas pueden desmontarse de la misma manera, por eso no es mala idea conocer algunas maneras de limpiarlas sin tener que desmontarlas, lo que además nos permite un mantenimiento más habitual de las mismas. 

Cómo limpiar las rejillas sin desmontarlas

Si desmontar o desenroscar las rejillas no es una opción, siempre podemos emplear otras técnicas de limpieza, que requieren un esfuerzo un poco mayor, pero que también aportan resultados espectaculares. Si la rejilla de tu cuarto de baño es de estas, lo mejor es que las limpies con un objeto pequeño, como un bastoncillo, humedecido con un poco de alcohol. No podemos dejar que entre líquido en el interior, por lo que esta técnica es ideal para ello. 

Pasando el bastoncillo con cuidado por cada ranura podemos conseguir limpiarlo en profundidad y dejarlo tan reluciente como el primer día. Además, si hacemos esto cada cierto tiempo, podemos conseguir que no se acumule el polvo y la suciedad y así será más sencillo mantenerlo siempre limpio, evitando que deje de cumplir con su función y que con el tiempo se acumule el polvo.