¿Cómo bloquear mi plaza de garaje para que no la ocupen otros coches? Esto dice la ley

Así puedes evitar que otros aparquen en tu plaza de garaje. Unsplash
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MadridTener una plaza de garaje propia facilita mucho la vida, sobre todo en lugares donde no hay demasiado sitio para aparcar y poder dejar el coche puede llevar un buen rato. En esos casos, quienes tienen su plaza de garaje pueden disfrutar de una tranquilidad mayor, sabiendo que no tendrán problemas para poder dejar su vehículo protegido y a la primera. 

El único problema que pueden encontrar en estos casos es que otro vehículo haya llegado en su ausencia y haya ocupado la plaza que les corresponda. Algo muy molesto y que supone una invasión de la propiedad privada, aparcar en una plaza ajena en un parking privado no está permitido y por eso muchos conductores buscan soluciones para poder bloquearla cuando ellos no la están usando, evitando así que esté ocupada cuando le necesiten. 

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Es importante saber qué se puede hacer y qué no para evitar que esto suceda, porque no todas las medidas que podemos tomar o que se nos ocurren como soluciones sencillas son legales y pueden llevarse a cabo sin consecuencias y, por supuesto, una conversación civilizada con el dueño del otro coche es una primera opción que no conviene olvidar. 

Cómo bloquear mi plaza de garaje para que no la ocupen otros

Tal y como señalábamos antes, en la mayoría de las ocasiones, una conversación con el dueño del otro vehículo suele ser suficiente para que se dé cuenta de que se trata de una plaza privada y no de uso público y, por tanto, no puede aparcar en ella como si fuera propia, sin embargo, si esto no funciona, hay algunas medidas disuasorias que se pueden tomar. 

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Según la ley, "el propietario puede llevar a cabo modificaciones en elementos arquitectónicos, instalaciones o servicios, siempre que no interfiera ni perjudique a la estructura exterior". El propietario podrá instalar modificaciones y en la mayoría de los casos ni siquiera es necesaria la aprobación por parte de la comunidad para ello, aunque nunca está de más consultar los estatutos o comentarlo con el presidente o administrador responsable de la comunidad de vecinos, lo que puede solucionar dudas y evitar problemas. 

Entre las modificaciones más sencillas se encuentra la colocación de cintas que delimiten el espacio, pero también otras que aseguran un poco mejor que nadie ocupe la plaza cuando esté libre, como cepos, guarda plazas o bolardos, sistemas que no modifican la estructura del espacio ni perjudican los derechos de otro propietario, por lo que se pueden instalar sin problemas (generalmente). Son, además, sistemas sencillos de colocar y que proporcionan una solución satisfactoria, por lo que no es raro que sean las más habituales. 

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Estas prácticas soluciones deben instalarse dentro de los límites de la propia plaza y en ningún caso deben ocupar zonas comunes, quitarle espacio a las plazas de aparcamiento colindantes o impedir el aparcamiento de otros vehículos en plazas que no sean la propia. Una forma sencilla de asegurar que siempre podrás dejar el coche en tu plaza de aparcamiento sin encontrar problemas inesperados.