El cardiólogo Jerónimo Farré presenta su primera novela sobre un hallazgo científico olvidado
‘El enigma que brotó del fuego’, parte de un hallazgo de Miguel Servet que la ciencia no confirmó hasta cuatro siglos después
El relato viaja desde la España postfranquista hasta la Reforma protestante con una trama de intriga y crítica social
Un antiguo descubrimiento científico sirve de hilo conductor en ‘El enigma que brotó del fuego’, la primera novela del cardiólogo Jerónimo Farré.
Esta obra ha sido publicada por la editorial Almuzara y presentada en la Fundación Ortega-Marañón, en Madrid, ante un auditorio completamente desbordado.
El punto de partida es un hallazgo casi olvidado del médico y teólogo aragonés, Miguel Servet. En 1553, Servet describió por primera vez un fenómeno que no sería confirmado por la medicina hasta cuatro siglos después.
El misterio de la sangre
“Dijo que la sangre era atraída por el ventrículo izquierdo del corazón durante la diástole y se quedó realmente sorprendido porque eso se había ignorado durante cuatro siglos y la ciencia moderna lo había demostrado tan solo unos 20 años antes”, explica Farré.
A partir de este hecho, el autor construye una historia que entrelaza ciencia, religión y memoria histórica.
En la novela, el protagonista es un joven cardiólogo británico que viaja a Madrid en 1976 para investigar el legado de Servet.
Su objetivo es entender ese gran enigma de “cómo un médico del siglo XVI, con los medios técnicos disponibles en el siglo XVI, pudo llegar a la conclusión de algo que la ciencia tardó 400 años en poner de manifiesto.”
Ciencia como crítica social
La trama recorre distintos escenarios históricos como la Reforma protestante, la Guerra Civil española y la España postfranquista.
Combina intriga, hechos reales y crítica social, con un estilo ágil y envolvente que busca atrapar al lector.
“La novela, a pesar de que transcurre no sólo en la época de la Transición sino también durante la República, la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial... no lo hago de una manera maniquea. Lo que sí me he posicionado es contra el hecho de que no se puede matar a nadie por sus ideas. Eso tiene mucho que ver con la novela.”, reconoce el autor.
En definitiva, se trata de una historia que busca recuperar el valor del conocimiento y su capacidad de atravesar el tiempo, incluso cuando ha sido silenciado o ignorado.