Becerra (Cali, 1957), que se encuentra en Argentina para presentar el libro galardonado, "Ella que todo lo tuvo", afirmó en una entrevista con Efe que cuando trabajaba en publicidad se encontraba "en un universo en el que no quería estar, trabajando para el consumo de un producto", una situación que para ella era como estar en prisión.
Por ese motivo, decidió "cortar" con aquel mundo y dedicarse plenamente a la literatura, "aquello que siempre había estado ahí retenido", donde por fin pudo encontrar lo que buscaba: la libertad.
Después de cuatro obras y varios galardones que reconocieron su trabajo, con "Ella que todo lo tuvo" llegó para la colombiana su consagración como escritora.
Y llegó con una novela "de corte psicológico, reflexiva y, sin embargo, de acción, que aborda la pérdida, la soledad, la búsqueda y la esperanza", apuntó la autora.
La protagonista de la novela es una escritora colombiana que ha perdido a su marido y a su hija en un accidente, y con ellos la palabra, ya que se siente impedida para seguir escribiendo, lo que le lleva a carecer del sentido para continuar, pero a la vez "agarrándose con uñas y dientes a la vida".
Con este personaje, la única fémina de toda la novela, pretende reflejar a todas y cada una de las mujeres, presentando un mapa psicológico "muy rico en matices" y que genera una obra "que es como un poliedro porque tiene varias caras", apuntó Becerra.
La autora, que mientras escribía la novela decidió aislarse un tiempo en un hotel para sentir plenamente la soledad que vivía su personaje, reconoció que hay mucho de autobiográfico en la obra.
La historia, además de estar protagonizada por una escritora colombiana, contiene algunos recuerdos de su infancia, que le hacía "mucha ilusión" incluir porque le permitieron revivir aquellos momentos, y refleja asimismo la sensación de pérdida que vivió en 2004 cuando murió su padre, fallecimiento que le causó "un shock tan bestia" que le impidió escribir durante un tiempo.
Para Becerra, esta novela, la "mas madura" de las que ha escrito, es "esencia pura", ya que aunque tuvo la tentación de "darle un poco de vapor, quería que fuera así: cruda, visceral, muy concentrada".
Aunque considera "muy grato" recibir galardones por su trabajo y cree que éstos son una plataforma para dar a conocer el libro, "finalmente es la historia la que toca al lector, y es éste el que da vida al libro cuando decide leerlo", aseguró.
Respecto a la situación actual del panorama literario, Becerra es optimista y cree que la literatura es uno de los sectores menos afectados por la crisis, porque no hay mejor manera de "viajar, soñar y evadirse de la realidad que en una cosa tan sencilla como son 200 o 300 páginas".
Ella, por su parte, ya tiene el "embrión" de su futura novela pero va a esperar todavía unos meses para centrarse en ella porque necesita "limpiarse" tras la "intensa implicación emocional" que le ha supuesto su último trabajo.