Siete cuadros de artistas como Picasso y Monet, robados del museo Kunsthal de Rotterdam en 2012, fueron quemados por la madre de uno de los presuntos ladrones, según la fiscalía de Rumanía, que investiga el caso. La mujer, Olga, madre de del ciudadano rumano Radu Dogaru, uno de los supuestos autores del robo, habría explicado a los investigadores que enterró los lienzos en el jardín de una casa abandonada y que luego los quemó en la chimenea de su domicilio para que no existiera pruebas del robo.