Curioso

Cómo nació la tradición de apagar las velas en los cumpleaños

pexels thirdman 7600425
Una tarta de cumpleaños. Pexels
Compartir

MadridUna vez al año todos los miles de millones de personas en el mundo cumplen un año más, 365 días de vivencias nuevas que se llevan a las espaldas con más o menos gusto. Cada país, e incluso cada familia tienen sus propias tradiciones comunes. Hay quienes lo celebran en soledad, porque así lo han deseado, quienes lo celebran comiendo canelones de higaditos hechos en casa, los que prefieren celebrarlo en familia y con amigos, pero en todas las celebraciones hay dos protagonistas: el cumpleaños y la tarta con velas. 

Cuando el homenajeado apaga las velas del pastel tienen que pedir un deseo, se dice, se comenta que está tradición viene de la Grecia Clásica en la que se pedían favores de esta manera a la Diosa Artemisa. También hay quienes creen que las velas se usaban antiguamente para iluminar al cumpleañero y protegerlo durante el nuevo año de los seres malignos. Sea como fuere lo cierto es que se ha convertido en toda una tradición que a muchos le genera la pregunta de cómo y cuándo surgió. 

PUEDE INTERESARTE

La tradición de celebrar cumpleaños tiene raíces antiguas que se remontan a diferentes culturas y que se han mantenido con el paso del tiempo. Fueron los egipcios los primeros en celebrar los cumpleaños de los faraones, marcando su coronación como su nacimiento como dioses. Los griegos no dudaron en copiar la tradición y en lugar de celebrar el nuevo año de los mortales lo hacían de los dioses. No fue hasta la antigua Roma en la que se empezaron a celebrar el cumpleaños de las personas, generalmente las más emblemáticas del momento. 

Una tradición alemana

Aunque existen varias teorías la que más fuerza toma es que su procedencia es alemana. En la Alemania del siglo XVIII se celebraba el ‘Kinderfest', lo que se podría traducir como los actuales cumpleaños infantiles. Sobre el pastel del niño que cumplía un año más se colocaban dos velas, una para representar la luz de su vida y otra que simbolizaba los años venideros. Las velas debían estar encendidas durante todo el día, y se cambiaban en el momento en que se consumían, cuando terminaba el día se podían apagar. Por aquel entonces, se creía que el humo de las velas al apagarse ayudaba a trasladar a Dios el deseo que todos tenemos derecho a pedir por nuestro cumpleaños.

PUEDE INTERESARTE

Basándonos en esta tradición, sumar un avela cada año sobre la tarta sería todo un error. El hecho de poner una vela por años cumplido sobre el pastel, se parece más al explicado en un manuscrito alemán del siglo XVIII que asegura que se empleaba una vela por año, además de una más en el centro. 

Otras de las teorías aseguran que esta tradición nació en el cumpleaños de Alejandro III de Macedonia. En aquel momento no había electricidad y sus criados utilizaron las velas para alumbrar. Mientras que otros establecen que se trata de un ritual para proteger al homenajeado de los malos espíritus durante un año, eso explicaría que pidamos un deseo a la hora de soplar las velas de nuestro cumpleaños.

Durante un tiempo la tradición de soplar velas en cada aniversario fue considerada pagana, dado que para los cristianos era costumbre conmemorar la muerte de los santos en lugar de su nacimiento. Cuando la Iglesia estableció la Navidad como celebración relevante, recordando la llegada al mundo de Cristo, dejaron de estar mal vistas. 

A lo largo de los años, se ha vuelto costumbre de soplar velas en los cumpleaños convirtiéndose en una parte fundamental de la celebración. Si bien su significado original ha cambiado y evolucionado a lo largo de los siglos, la esencia de pedir deseos y celebrar la vida sigue la idea más arraigada. Soplar las velas en el cumpleaños es un acto simbólico en el que se celebra otro año de vida y se espera un futuro lleno de buenos momentos.