Hazañas tras los 60: aún estás muy a tiempo de hacer algo legendario con tu vida

Carlos Soria
Carlos Soria ascendió 12 ochomiles pasados los 50 años.. Europa Press
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La historia está llena de ejemplos de gente que ha realizado hazañas memorables, obras extraordinarias pasados los 50 o los 60, incluso los 90 años. Su ejemplo es un buen antídoto contra el síndrome postvacacional y una inspiración para todos los que piensan que lo mejor está por venir.  A veces viene bien arrimarse a ellos cada septiembre mientras que lo cotidiano vuelve a enterrar poco a poco las ganas de hacer algo diferente, algo grande, hasta el próximo verano.

El estadounidense Frank Lloyd Wright fue el arquitecto más influyente del siglo XX, y su éxito le llegó pasados los 60, cuando su vida pudo calmarse tras años de tormenta. A los 42 años dejó a su mujer y a sus 6 hijos para irse a vivir con la activista del feminismo Mamah Cheney, lo que provocó un escándalo social que le hizo perder casi todos sus clientes. En 1914, cuando tenía 47 años, un criado incendia su casa de Wisconsin y asesina a Mamah Cheney y a otras seis personas.

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Wright queda marcado por la tragedia y el desprestigio. Desde los 50 hasta casi los 70 años sobrevive con enormes dificultades económicas, pocos encargos y acusaciones de inmoralidad. Parecía acabado, pero floreció de nuevo en 1935, a los 68 años, cuando diseña la Casa de la Cascada en Pensilvania, considerada una de las obras maestras de la arquitectura moderna. Ya pasaba de los 80 años cuando se encarga de la Sede de la Johnson Wax y de numerosos proyectos innovadores, y en 1959, a los 91 años, culmina el Museo Guggenheim de Nueva York, otro icono de la arquitectura contemporánea que no le dio tiempo a ver finalizado, pues murió ese mismo año.

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Las letras como ejemplo

La nueva película de Alejandro Amenábar, El Cautivo, cuenta las peripecias de Cervantes durante su encierro en Argel. Cervantes llevó una vida azarosa e intensa en la que no faltaron desgracias y sufrimiento. En Lepanto recibió tres arcabuzazos que le inutilizaron la mano izquierda y a la vuelta le capturaron los berberiscos y pasó cinco años preso en Argel. Con 30 años fracasa con su primera novela, La Galatea, y pasa estrecheces económicas que le llevan a prisión de nuevo.

Escribe obras de teatro que no se estrenan porque el escenario era por entonces de Lope de Vega. Pero sigue intentándolo, y en 1605, cuando tenía 58 años, publica en Madrid la primera parte del Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, que se convierte rápidamente en un éxito editorial en España y Europa, transformando su destino y la historia de la literatura.

Novelistas tardíos hay muchos, desde José Saramago a José Luis Sampedro, que obtuvieron reconocimiento pasados los 50. O la escritora Mary Wesley, que publicó su primera novela a los 70 años, tras enviudar. A partir de ahí se convirtió en un fenómeno editorial en Reino Unido, con más de 3 millones de ejemplares vendidos. También Laura Ingalls, que escribió su primer libro de la saga La casa de la pradera a los 65 años, iniciando una carrera literaria inolvidable.

Líder a los 80

Nelson Mandela tenía 44 años cuando lo encarcelaron por su lucha contra el apartheid en Sudáfrica. Pasó 27 años encerrado, sufriendo trabajos forzados, censura y aislamiento. Lo soltaron cuando tenía 71 años, y entonces comenzó su gran obra. Tras las primeras elecciones democráticas multirraciales, en 1994 se convierte en presidente de Sudáfrica con 75 años. Hasta los 80 años presidió el país, le dotó de una constitución progresista y condujo el país desde un régimen racista y autoritario hacia una democracia multirracial, evitando una guerra civil que muchos temían.

Giuseppe Verdi estrenó Otello, considerada una de sus grandes óperas a los 74 años y a los 80 compuso Falstaff. El pintor Monet empezó a los 74 años su famosa serie de los Nenúfares en Giverny. Su contemporáneo Henry Matisee, tras una operación a los 72 años que lo dejó en silla de ruedas, reinventó su arte con las “gouaches découpées”, recortes de papel pintado. Obras maestras como La tristeza del rey o La piscina las realizó pasados los 80 años. La madre del modernismo americano, la pintora Georgia O’Keeffe, continuó pintando incluso después de perder gran parte de la vista a los 80 años por una degeneración macular.

matisse la tristeza del rey

Romper las barreras

Carlos Soria es la persona más veterana en la historia que ha ascendido con éxito 12 ochomiles, todos después de los 50 años. En 2017, a los 77 años, hizo cima en el Anapurna y a los 80 intentó el Dhaulagiri (8.167 metros). Fauja Singh, conocido como el “maratonista centenario”, corrió el maratón de Londres a los 89 años y su último maratón completo a los 101. Gladys Burrill corrió su primer maratón a los 86 y completó el de Honolulu a los 92 años. La nadadora Diana Nyad en 2013, a los 64 años, cruzó a nado los 177 km entre Cuba y Florida, tras varios intentos fallidos en su juventud.

Los coach de hoy llaman a estos casos “ejemplos inspiradores”, y la historia está repleto de ellos. La plenitud, la capacidad de seguir construyendo algo que merezca la pena sigue ahí pese al paso de los años, sobresaliendo incluso a los escombros de la vejez. La edad como escusa, no sirve.