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Origen de la expresión “se armó la de San Quintín” ¿Qué batalla histórica inspiró esta frase tan popular?

Qué quiere decir 'se armó la de San Quintín' y de dónde viene. Unsplash
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MadridIncluso aunque no sepamos bien de dónde viene la expresión, suelen quedar pocas dudas de su significado cuando alguien exclama que ‘se ha armado la de San Quintín’. Solo por la entonación y el contexto parece evidente que se utiliza para señalar que se ha armado un gran jaleo, una gran bronca, toda una polémica, y que si lo que buscas es un momento de paz, es mejor mirar en otro lado

Ser capaces de entenderla, incluso si es la primera vez que la escuchamos o forma parte de nuestro vocabulario habitual, no hace menos interesante conocer su origen, ¿de dónde viene esta expresión que tan comúnmente se emplea? 

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‘Se armó la de San Quintín’, ¿qué batalla histórica inspiró esta frase?

El origen de esta frase es bastante antiguo, aunque, en esta ocasión, sí que es posible rastrearlo, pues no sucede como con otras frases, cuyo origen no está demasiado claro. ‘Se armó la de San Quintín’ nos lleva directamente a la batalla de San Quintín, que tuvo lugar en el año 1557

Son muchas las ocasiones en las que se han enfrentado el ejército español y el francés y no todas han conseguido pasar a la historia como esta batalla, que tuvo lugar el día de San Lorenzo, el 10 de agosto. No es para menos, porque no fue una batalla menor; también fue un conflicto que finalizó con lo que se consideró un triunfo para las tropas españolas. Tuvo lugar en la localidad de San Quintín (de ahí su nombre), que está situada en el norte de Francia. 

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Las tropas españolas, capitaneado por el Duque Manuel Filiberto de Saboya, defendían el reino de Borgoña, un territorio que pertenecía a Felipe II y que los franceses habían ocupado. El Duque planificó una estrategia que resultó ser un gran éxito, haciendo creer a las tropas francesas que seguirían un itinerario que no era el que planeaba usar realmente. En San Quintín los españoles sorprendieron a los franceses, provocando una batalla que se alargaría más de dos semanas. 

Fue una batalla cruel, que finalizó con el triunfo español, pero también con un gran número de bajas. Mientras que los españoles perdieron a unos 900 de sus hombres, los franceses vieron como perdían la vida unos 12.000 de sus soldados. Felipe II consideró que el desenlace de esta batalla merecía la pena ser celebrado y en honor a esta contienda, que en realidad fue un baño de sangre, mandó construir el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Así, desde ese momento, la batalla de San Quintín se empleó como metáfora de situaciones en las que reina el caos, para definir situaciones en las que existe un gran conflicto. Se armó la de San Quintín ha perdido en buena medida esa parte sangrienta que tuvo la batalla y ha pasado a emplearse de una manera más amable y menos agresiva, porque si bien el choque tuvo todo eso, lo que se ha quedado en el recuerdo para destacar, fue que generó un conflicto tremendo.