Brutal agresión por parte de una mujer a los empleados de un supermercado que no permitieron que robase en el establecimiento

  • La mujer usó el carrito de su bebé para esconder los alimentos

  • El botín: jamón ibérico, langostinos o botellas de vino

Los empleados de un conocido supermercado en Cerdanyola del Vallés, Barcelona, tuvieron que hacer una barrera humana para impedir que una mujer robase una cantidad importante de comida. La mujer iba a con sus dos hijos, una de ella una adolescente el otro un bebé que llevaba en un carro, fue precisamente en la bolsa del carrito del niño donde escondió todos los alimentos.

El video fue grabado por una de las personas que se encontraba comprando en el establecimiento. Cuando la familia se dispone a abandonar el establecimiento es parada por los empleados que le afirman “no te vas a ir”, ante esta frase se produce el primer intento de agresión por parte de la mujer, su hija la sujeta para impedir el ataque.

La mujer tras esto añade “Es para comer mis hijos, ¿qué te pasa?” ante lo que una de las empleadas le espeta “pues coge choped”. Y es que el botín se quedaba lejos de una compra humilde, entre la que se podían ver langostinos y jamón ibérico además de algunos productos no aptos para niños, como varias botellas de vino.

Los empleados llamaron a la policía para que efectuase las comprobaciones pertinentes, fue entonces cuando comenzaron las agresiones más fuertes. En un primer momento la mujer intenta atropellar a un empleado con el carrito, en el que se encuentra el bebé que es zarandeado por la fuerza con la que empuja su madre.

La agresión lejos de quedar ahí continúa con una bofetada al empleado que está llamando a la policía en busca de ayuda. A pesar de los esfuerzos de la adolescente por impedir que su progenitora agreda a más gente y en sus intentos de proteger a su hermano pequeño los manotazos se prolongan durante unos minutos, ya que los empleados no quieren permitir que abandonen el local hasta que no llegue la policía.

Los trabajadores tratan de retenerles sin violencia, como dice una de las empleadas “nadie te está pegando”. Sin embargo, la madre de los niños no para de propinar bofetadas y puñetazos a todos los trabajadores que se cruzan en su camino. Al final, se consiguen abrir paso entre los empleados y se van, el supermercado ya ha denunciado los hechos.