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Cuando necesitamos ampliar el espacio de carga de nuestro vehículo o transportar algún elemento grande la mejor opción es el uso de un remolque. Aunque utilizar este sistema de remolque de vehículos de motor es sencillo, hay algunos pasos necesarios que hay que seguir para utilizarlo adecuadamente que ha aportado la Dirección General de Tráfico, empezando por su instalación:
Para instalar el remolque hay que hacer una modificación de los elementos del vehículo, es una reforma que tiene, por tanto, tiene que ser legalizada por la Inspección Técnica de Vehículos. Para la instalación tenemos que acudir a un concesionario o taller que nos expliquen qué sistema de anclaje es el indicado para las características que buscamos, y siempre comprar uno que esté homologado y con su tarjeta de ITV.
Otro factor importante es saber distinguir entre los tipos de remolques que existen, que son de dos tipos:
Para transportar un remolque ligero se necesita un permiso de conducción de clase B, pero si queremos llevar un remolque de MMA superior a 750 kg con un vehículo de hasta 3.500 kg (cuando el conjunto no supere los 4.250 kg) necesitaremos el permiso B con la autorización B-96. El permiso del tipo B+E permite remolcar una MMA de hasta 3.500 kg siempre que el vehículo tractor no exceda esa misma MMA.
Por último, para remolcar una MMA de hasta 3.500 kg se necesitará el permiso B+E, siempre que el vehículo tractor no exceda esa misma MMA.
Antes de comenzar a circular con el remolque hay que comprobar que el sistema de acoplamiento esté en buenas condiciones y bien asegurado. Además también tenemos que comprobar los sistemas de alumbrado y la presión de las ruedas del remolque.
Una vez en marcha, hay que tener en cuenta que circular con una carga trasera de más es diferente a hacerlo sin ella, por lo que hay que extremar la precaución, sobre todo en estas tres situaciones: