He escrito un diario durante verano y mi salud mental ha mejorado: te cuento por qué

  • Escribir un diario nos ayuda a conectar con nuestros pensamientos y emociones

Los meses de verano tenemos la mala costumbre de descuidar nuestra salud, ya que bebemos más alcohol, comemos peor y dormimos menos y con unos horarios más descoordinados. Sin embargo, cuando hablamos de salud también nos referimos a distintos aspectos psicológicos de nuestro día a día que, por desgracia, son los grandes olvidados.

Desatender nuestro bienestar psicológico en verano es muy habitual, y fue lo que le sucedió el año pasado a Daniela. Para evitar repetir viejos patrones otra vez decidió comenzar a escribir un diario y ahora que el verano llega a su fin ha compartido con Yasss todo lo que ha aprendido de esta experiencia.

La experiencia de Daniela (24 años)

Comencé a escribir un diario este año porque el verano pasado fue un poco duro para mí. Justo había acabado la universidad y no tenía claro qué hacer con mi vida, así que volví a mi ciudad y sentí un choque de realidad brutal. Tenía mil opciones, pero no era capaz de decidirme. No sabía si estudiar un máster, si prepararme unas oposiciones, si echar currículums, si irme fuera de España… Y mientras yo vivía en un mar de dudas, me daba la sensación de que todos mis amigos tenían la vida resuelta y las ideas claras.

El verano acabó y yo empecé un máster un poco por probar, y aunque lo he acabado con buenas notas, en junio seguía tan perdida como el año pasado. Empecé a buscar en internet trucos para aclarar mis ideas y leí que escribir un diario podía serme útil, así que me compré un cuaderno y empecé a anotar mi día a día. Ahora que ya se ha acabado el verano como quien dice, yo me siento una persona nueva y creo que todo es gracias al diario.

Muchas veces ignoramos lo que sentimos porque nos da miedo ser vulnerables

Primero escribía un poco mi día a día, sin meterme a hablar de emociones o cosas profundas. Contaba lo que había hecho sin más. Después empecé a sentirme más cómoda expresando mis sentimientos, pero fue difícil. Creo que muchas veces ignoramos lo que sentimos porque nos da miedo ser vulnerables o admitirlo en voz alta, y al escribir un diario no solo estás reconociendo tus emociones, sino que las estás dejando por escrito para la posteridad. Es duro, pero también aprendes mucho.

Cuando fui consciente de lo que sentía, decidí contárselo a mis amigos. Si había sido capaz de abrirme así por mi cuenta, ¿por qué no hacerlo con las personas a las que quiero? En ese momento me di cuenta de que prácticamente todos se sentían perdidos en la vida, aunque por fuera pareciese que las cosas superclaras.

Poco a poco y gracias al apoyo de mis amigos y de mi familia fui consciente de lo que quería hacer con mi futuro, al menos por ahora. También admití que en el fondo no me animaba a perseguir mi sueño por miedo a fracasar y decepcionar a la gente. Escribir mi diario de verano fue el empujón que necesitaba para decir en voz alta todo esto.

De todos modos, no hay que obsesionarse con el tema del diario. Yo no escribía cosas todos los días porque a veces surgían planes y lo último que me apetecía al llegar a casa era escribir. De media he escrito en el diario 3 o 4 días a la semana, y creo que con eso es suficiente. Aun así, esto va a gustos. También habrá personas que prefieran hacerlo en el ordenador. Lo importante es encontrar lo que nos haga sentir cómodos para poder seguir el hábito.

Los beneficios psicológicos de escribir un diario

No es casualidad que la mayoría de psicólogos recomiende a sus pacientes con trastornos de ansiedad y trastornos depresivos realizar un autorregistro, que es una forma enrevesada de decir “escribe un diario”. En estos autorregistros se anotan aspectos tan variados como los pensamientos negativos de la persona, la razón por la que han pensado eso, la forma de actuar en respuesta a estos pensamientos, nuevos pensamientos alternativos más realistas y un largo etcétera.

En realidad, no hace falta tener un trastorno psicológico para beneficiarnos de los autorregistros o diarios. Sólo necesitamos 15 minutos al día, preferiblemente de noche, y ganas de mejorar nuestro bienestar psicológico.

Todos hemos escrito alguna vez un diario cuando éramos pequeños, probablemente repleto de corazones rodeando el nombre del actor o actriz que lo petaba en aquel momento. Desgraciadamente poco a poco dejamos de lado este hábito porque nos va pareciendo cada vez más infantil. ¿Por qué deberíamos retomar la costumbre de escribir un diario?

  • Porque nos permite tomar conciencia plena de nuestros pensamientos, emociones y conductas

¿Alguna vez sientes que tu vida se reduce en trabajar, comer, volver a trabajar, cenar, ver una serie en el sofá, dormir y repetir este patrón? Si la respuesta es “sí”, es posible que hayas automatizado tu día a día. Al escribir un diario cortamos este hábito y conectamos de nuevo con nosotros mismos.

  • Porque mejora nuestras relaciones interpersonales

Al ser más conscientes de lo que pensamos, lo que sentimos, lo que queremos y cómo actuamos, también se ven beneficiadas nuestras relaciones interpersonales. A veces nos embarcamos en amistades o comenzamos a salir con alguien porque nos da miedo estar solos, cuando en el fondo la persona en cuestión nos hace más mal que bien. Escribiendo un diario es más probable detectar esta conducta y ponerle fin.

  • Porque fomenta la autocrítica

Escribir un diario no es fácil, ya que nos hace reflexionar sobre nuestros defectos y sobre nuestros errores. El lado positivo es que aprendemos que hay un punto medio entre endiosarnos y devaluarnos, y es la autocrítica. Esto significa aprender a pedir perdón a los demás o a nosotros mismos cuando nos equivocamos y, sobre todo, a ponerle solución y no volver a tropezar con la misma piedra. En vez de rumiar una y otra vez nuestros descuidos, seguimos adelante y superamos los obstáculos.

Ahora que conoces todos los beneficios de los diarios, ¿a qué estás esperando para escribir el tuyo?