El deportista alemán de 30 años iba a por todas, nunca mejor dicho. El centenar de platos que se comió supuso un grandísimo gasto para el restaurante. Pero, ¿no se podía comer todo? “Él come por cinco personas. Eso no es normal”, explicó el dueño del buffet libre a una agencia de prensa alemana en declaraciones que recoge The Local.
El singular hecho tuvo lugar en la localidad alemana de Landshut, en Baviera, a donde Bobrowski acudió para comer todo el sushi posible. Es más, él indicó que tiene una dieta especial, que consiste en no comer nada durante 20 horas y luego comer “hasta estar lleno”.
Pero claro, al descubrir esa ‘dieta especial’ del atleta que trabaja como ingeniero de software, el chef y el dueño del restaurante le comunicaron que a partir de ese momento tenía prohibido volver al local.
Es más, Bobrowski asegura que “cuando fui a la caja, quería dar propina, pero el camarero no la quiso aceptar". También es cierto que para el local no resultó rentable, ya que por un precio de 15.90 euros, el triatleta consumió los ya famosos 100 platos de sushi: a 1.59 euros cada plato.