El mes del Orgullo también es para quienes tienen dudas: cómo gestionar no estar preparado para salir del armario

  • El origen del Orgullo se remonta a 1968, cuando en Nueva York se organizaron protestas contra las redadas policiales a bares LGTBQ+ friendly

  • Según la ONU, once países prohíben expresamente la homosexualidad o las identidades trans, constituyendo en muchos casos delitos con pena de muerte

  • La reivindicación durante este mes se centra también en que las personas que no han salido del armario se sientan cómodas hasta que estén preparadas

Cada mes de junio el mundo entero se une en un acto de reivindicación: la defensa de los derechos de la comunidad LGTBQ+. Pero esta fecha tan señalada no es algo arbitrario. Se remonta al 28 de junio 1968, cuando en el barrio neoyorquino de Greenwich Village se produjo una redada policial en un conocido bar Stonewall Inn, uno de los pocos locales que acogían a personas abiertamente homosexuales durante las décadas de los 50 y los 60.

Si bien en aquella época las redadas a bares LGTBQ+ friendly eran algo de lo más habitual, en aquella ocasión se fue de las manos. La brutalidad policial provocó la indignación de la población, y durante varios días la ciudad de Nueva York presenció numerosos disturbios. Además, el barrio de Greenwich Village decidió formar grupos de activismo que acogiesen no sólo a la comunidad homosexual, sino también a personas trans y no binarias, bisexuales y drag queens.

Con los años, el movimiento LGTBQ+ se ha ido ampliando, pero en honor a las protestas de Greenwich Village el mes del Orgullo se celebra durante el mes de junio en prácticamente todos los países del mundo, aunque de diferente forma.

¿Cuál es el objetivo del mes del Orgullo?

Aunque muchas personas creen que la comunidad LGTBQ+ vive con total libertad, esto no es cierto. En Afganistan, Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Catar, Irán, Nigeria, Mauritania, Pakistán, Somalia, Sudán y Yemen, ser gay es una condena a muerte. Según la ley que rige dichos países, la homosexualidad es un delito castigado con la pena capital.

Lo mismo sucede con la comunidad trans, ya que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recoge once países en los que las identidades trans constituyen un delito: Brunei, Emiratos Árabes, Gambia, Indonesia, Jordania, Kuwait, Líbano, Malawi, Malasia, Omán y Tonga. ¿El motivo? Según los gobiernos de los respectivos países, molestia pública, indecencia o falta a las buenas costumbres y la moralidad.

Y cuando hablamos de España, si bien la legislación ha avanzado en las últimas décadas, todavía persiste una fuerte discriminación en el terreno social. Situaciones cotidianas como ir al médico o hacer un trámite burocrático siendo trans pueden convertirse en un verdadero infierno, y en el terreno de las relaciones entre personas del mismo sexo el clima no es idílico. Las agresiones a plena luz del día siguen produciéndose a diario.

Es por ello que el mes del Orgullo LGTBQ+ no sólo implica celebración de los derechos ya conseguidos, sino reivindicación por todo el camino que queda por asfaltar. El objetivo es que el día de mañana cualquier persona pueda vivir tranquila, sabiendo que sus derechos están siendo respetados y que sus decisiones no van a ser cuestionadas, invisibilizadas ni atacadas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.

¿Y si tengo dudas? El orgullo también es para ti

La reivindicación del mes del Orgullo abarca un sinfín de situaciones, entre ellas la que viven quienes todavía no quieren dar el paso y salir del armario, o quienes tienen dudas acerca de su orientación sexual o de su identidad. Es por ello que las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo.

“El mes del orgullo también es para quienes tienen dudas”, reflexiona Alberto, un joven trans de 26 años. “A mí me costó mucho dar el paso y me acuerdo que cuando estaba en el armario lo pasaba un poco mal en junio. Hasta los 23 años no le conté a mi pareja que era trans, y pasaron dos años hasta decírselo a mis padres y mis amigos. Era difícil porque me sentía solo, raro y un impostor constantemente”, confiesa. “Por eso quiero decir a toda la gente que todavía no ha dado el paso que no se culpe. No hay plazos ni prisas, cada uno conoce su momento mejor que nadie. No te presiones y tampoco te machaques si tienes dudas. Todos dudamos, hasta cuando ya por fin hemos salido del armario. Es normal”.

Para Paula, de 23 años, salir del armario no fue sencillo. “Primero pensé que era bisexual. Luego me di cuenta de que lo que buscaba era la validación de los hombres y que no me atraían nada. Después conocí a varios chicos que sí me atrajeron. Es un poco una montaña rusa y reconocer esto pues cuesta, porque sientes que estás engañándote a ti misma y que la gente te va a juzgar”, explica.

Por eso la joven manda el siguiente consejo: “Rodéate de personas que te hagan sentir a gusto. La única opinión que importa sobre tu orientación o tu identidad es la tuya. Para mí esto es súper importante. Si tu familia, tus amigos o tu pareja te están haciendo sentir mal, dales un aviso que nadie nace sabiendo, pero a la siguiente ya pon distancia”, comparte con Yasss.

En el caso de Naiara, de 31 años, los grupos de apoyo mutuo se convirtieron en el mejor aliado durante su transición. “En Twitter he conocido gente increíble que luego he podido desvirtualizar cara a cara. Al final vas construyendo redes de gente que vive lo mismo o situaciones totalmente diferentes pero que se siente igual que tú, y juntos os dais consejos, os apoyáis, os dais tirones de orejas cuando toca… Y bajo mi experiencia siempre se ha respetado que no quisiese salir del armario trans. Fue ya a los 28 cuando aclaré mis ideas y me armé de valor, y estoy convencida que si no hubiese estado en estas redes de apoyo igual habría vivido toda la vida sin ser yo”, añade la joven.

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