Para llevar a cabo la investigación, la empresa británica Initial Washroom Hygiene utilizó la luz ultravioleta para poder contabilizar el número de bacterias escondidas en teléfonos móviles e inodoros.
Los resultados revelaron que el asiento del inodoro tenía 220 "puntos brillantes", mientras que en el móvil encontraron, de media, 1479. Esto es, hasta siete veces más bacterias en el teléfono. Además, destacan por encima de todos, aquellos con fundas de cuero, por encima de los que tienen una de plástico, según publica el diario británico Daily Mail.
El profesor de bacteriología de la Universidad de Aberdeen en Escocia, Hugh Pennington, explica que esto se debe al "contacto físico que se tiene con el dispositivo varias veces al día". Y, aunque "la probabilidad de transmisión de enfermedades es baja", podría ser "desaconsejable pasar teléfonos inteligentes entre personas".
Además, el mismo diario destaca otros estudios en los que se ha demostrado que uno de cada seis teléfonos móviles está contaminado con heces y es que, añade, una encuesta desveló que el 40 por ciento de las personas se llevan el móvil al baño cuando están trabajando.
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