Carlos Alcaraz mantiene a raya al italiano Jannik Sinner y conquista el Masters 1.000 de Roma
El español fulminó al italiano para ganar su séptimo Masters 1.000 y llegar muy entonado a la defensa de Roland Garros
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El tenista español Carlos Alcaraz, ausente en el pasado Mutua Madrid Open, doblegó este domingo por 7-6 y 6-1 al italiano Jannik Sinner para ser campeón del torneo de Roma por primera vez, en lo que supone su séptimo ATP Masters 1.000 y 19º título de su carrera, manteniendo a raya al número uno del mundo en su propia casa.
La rivalidad llamada a dominar el circuito se reactivó en la capital romana tras un par de temporadas de intensa batalla por la cima. El murciano, con una marcha más, puso un 7-4 en su historial de enfrentamientos con Sinner, quien pudo darse por satisfecho después de tres meses sin jugar.
Rotunda victoria de Alcaraz
El transalpino, de regreso tras su sanción por dopaje, vivió una vuelta soñada hasta que topó con Alcaraz en la final. El primer set enseñó el respeto mutuo, la necesidad de forzar en cada golpe sin dejar resquicio. Sinner salvó una primera bola de 'break' y después se activó antes en la llegada de los juegos decisivos.
El de El Palmar cedió las primeras bolas de rotura en mal momento, con el ídolo local restando para ganar el set, pero Alcaraz silenció la central del Foro Itálico y después no tuvo freno. Tras ganar en Róterdam y el Masters 1.000 de Montecarlo, Alcaraz afianzó su campaña sobre la tierra batida para llegar favorito a Roland Garros.
La final soñada en Roma dejó un primer set muy parejo, con un Alcaraz dejando a un lado su marcha irregular y Sinner alargando su gran regreso desde que ganara el Abierto de Australia en enero y en racha de 26 partidos sin perder. El italiano dio ese paso al frente que le pudo dar el set, pero también notó la presión del momento. Los errores aparecieron y Alcaraz ganó una vida que aprovechó con autoridad y buenos saques en la muerte súbita.
La diferencia de un set la notó mayor sobre la pista Sinner, superado a todos los niveles por el español, quien se encargó de rubricar su triunfo con un impoluto y rápido segundo acto. El número uno aceptó su falta de rodaje y Alcaraz conquistó Roma por primera vez para llegar lanzado y favorito a la defensa del título en Roland Garros.