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Pasada la barrera de los 60 años, son muchos los trabajadores que ya piensan en la futura jubilación y en la cuantía que van a percibir. No obstante, para poder optar a esta situación de inactividad de forma legal y cobrar el máximo de pensión hay que cumplir dos requisitos: la edad exigida y el periodo cotizado que marca la Seguridad Social. Dos factores que, con el paso del tiempo, se han ido modificando por varias razones. Motivos que han conllevado a que, por ejemplo, se haya retrasado la salida del mercado laboral.
En 2022, la edad legal de jubilación ordinaria está establecida en 66 años y dos meses, siempre que el trabajador haya cotizado menos de 37 años y seis meses. Por otro lado, quienes hayan cotizado 37 años y seis meses o más, todavía van a poder jubilarse a los 65 años.
En ambos casos hay que tener en cuenta que una vez se presente la solicitud, la concesión no va a ser inmediata. En ese aspecto, la Seguridad Social tiene unos plazos establecidos para ello.
Si se acerca el fin de tu vida laboral, es importante que comiences a preparar toda la documentación necesaria para solicitar la jubilación y organizar, a su vez, todos los trámites que se deben hacer. Una vez entregados, debes saber que la Seguridad Social dispone de un plazo para decidir si conceder, o no, la pensión.
A pesar de que este período es de un máximo de 90 días hábiles, se suele resolver antes de ese tiempo establecido, ya que este tope es orientativo para que los trabajadores no queden desprotegidos. De hecho, según indica la Seguridad Social el promedio de tiempo que se tarda en conceder una pensión de jubilación es de 19 días aproximadamente.
En el caso que se exceda este período establecido, se aconseja apuntar cuándo se ha enviado la solicitud para después poder saber qué cuantía debe el Estado. En ese caso, los pensionistas deben cobrar desde el día en el que se solicitó la pensión de jubilación.
Una vez reconocido el derecho a cobro de la pensión de jubilación, el ex trabajador va a poder cobrar mensualmente. Ahora bien, tampoco va a ser justo después de haberse convertido en pensionista, sino que va a tener que esperar al periodo marcado por ley.
Tal y como indica el organismo público, el pago de estas prestaciones se suele hacer a principios de cada mes, es decir entre el primer día hábil y el cuarto día natural. También puede ocurrir que se perciba a finales del mes anterior, aunque eso va a depender de la entidad bancaria a la cual se pertenezca.