Ganaderos y agricultores no prevén caídas de los alimentos en los próximos meses: “En el campo los costes no han bajado”

  • Las asociaciones agroalimentarias aseguran que los precios de materias primas como fertilizantes y semillas siguen en niveles máximos

  • El Gobierno defiende que la subida de los alimentos ha tocado techo y pide a la cadena alimentaria que traslade las rebajas que ya se dan en los mercados internacionales

  • Ganaderos y agricultores temen que se imponga una bajada "artificial" de los precios en origen que les obligue a vender por debajo de los costes de producción

El pienso que Román Santalla compra para alimentar a sus vacas cuesta hoy 55 céntimos por kilo. Es el doble del que pagaba este ganadero gallego de 60 años antes de que arrancara la espiral inflacionista provocada por la guerra de Ucrania, la crisis energética y la sequía que azotó a toda Europa el pasado año. Esta subida es solo una de las que registraron los precios de las materias primas empleadas en el sector agroalimentario, que empezaron a subir en la segunda mitad de 2021 y que no dan todavía, en muchos casos, señales de relajación.

“Los fertilizantes han subido respecto al año pasado y hay dificultades para acceder a ellos. También las semillas están por las nubes. A lo mejor baja una gota el maíz, o la cebada en el mercado español, pero sube la soja en el internacional”, relata este propietario de una explotación con 250 vacas, que no ve nada claro el diagnóstico del Gobierno de que el encarecimiento de los alimentos ha tocado techo y empezará pronto a remitir.

A tres meses vista no veo perspectiva ninguna de bajadas en productos como la leche o la carne”, afirma Santalla, que es también responsable del sector ganadero de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). La leche acumulaba una subida interanual en enero del 33%, según los datos del IPC; tres puntos menos que un mes antes gracias a la rebaja del IVA aprobada para los productos básicos.

Los costes se mantienen en niveles elevados

Santalla, que lleva toda su vida dedicado al campo, recuerda como el aumento de los costes se convirtió el pasado año en un “estrangulamiento total” para el sector primario que afectó a casi todo el proceso de producción.  

Y es que no sólo subieron los fertilizantes o el pienso, también se disparó el combustible, del que son especialmente dependientes en el momento de la siembra del forraje para los animales. Hoy, aunque estos productores mantienen la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante, el precio del gasóleo agrícola está todavía muy por encima de lo que pagaban antes de la crisis: de los 0,70 euros del verano de 2021 a los 1,30 por litro actuales.

“De momento en el campo los costes no han bajado. Solo lo hemos notado en la energía, que se nos había cuadruplicado y ahora, aunque está más alta que hace año y medio, se ha abaratado considerablemente. Para nosotros tiene un efecto importante, pero también para la industria y para la distribución”, destaca Santalla refiriéndose a los otros integrantes de la cadena alimentaria.

Precios justos para los productores

En este contexto, los precios que reciben los productores empezaron a subir en la segunda mitad de 2022, de forma que estos pudieron empezar a trasladar el incremento de costes que estaban sufriendo. Estas subidas han conseguido que este ganadero asegure que, por primera vez en muchos años, está logrando obtener un margen económico de su explotación láctea.

“Antes, producir un litro de leche nos costaba 39 céntimos y nos lo pagaban a 32, lo que era la ruina absoluta del sector lechero. Ahora, es imposible producir por menos de 50 o 55 céntimos, pero la compran a 60 el litro”, explica defendiendo la subida que han registrado algunos alimentos.

Yo sé que subieron un montón, pero es que muchos, como la leche, estaban regalados. Hemos aguantado un montón de años perdiendo millones de euros y hemos sobrevivido aplazando pagos. Es ahora cuando estamos recibiendo un precio justo”.

Por eso, teme que las actuales presiones para bajar el precio de los alimentos, que el pasado mes de enero registró una subida interanual del 15,4%, acaben provocando que se imponga un descenso “artificial” que impacte en las cuentas de los productores.  

“Si la ley de la cadena alimentaria se cumple, creo que los precios no bajarán mucho, porque si lo hacen alguien va a palmar dinero. Nosotros ya lo hemos hecho durante años y ahora llevamos cuatro meses en los que, por fin, cubrimos los costes de producción y podemos pagar las deudas de cinco años atrás”, defiende el responsable de UPA. Desde la organización sí se apoyan medidas que beneficien a los consumidores, como la rebaja del IVA, y se insta al Ejecutivo a evaluar los márgenes y beneficios de la industria y la distribución para garantizar un reparto equilibrado entre todo el sector agroalimentario. 

¿Están bajando los precios?

Precisamente, para analizar la evolución de los precios, el ministro de Agricultura se reunió este lunes con todos los integrantes de la cadena alimentaria. Tras el encuentro, Luis Planas les reclamó que trasladaran a los precios las bajadas que, aseguró, ya se están produciendo en los mercados internacionales de materias primas. Unos descensos que tampoco ha visto reflejados en los costes de producción la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

“Hay que tener en cuenta que el dólar cada vez está más fuerte y que las operaciones de compras de piensos o de fletes de barcos se realizan en esa moneda. Lo que está bajando el petróleo puede estar equilibrándose por esa fortaleza del dólar y provoca que en el campo no se note de momento ese descenso de los costes”, señala Álvaro Areta, responsable de la cadena alimentaria en la organización.

Por eso reclaman al Gobierno que actúe con cautela para que esa llamada a la responsabilidad y a contener los precios que paga el consumidor no suponga “una presión en aquellos eslabones que no pueden soportar una bajada por debajo sus costes”.

Además, desde COAG señalan que si realmente se está produciendo la bajada de costes que defiende el Ejecutivo, es necesario observar con atención el comportamiento de las empresas que provén de insumos a los sectores agrícolas y ganaderos.

“Hay una serie de entidades, que no son muchas, que facilitan fertilizantes, gasóleo, semillas, y que operan en los mercados mundiales. Si les están bajando los costes habrá vigilar si trasladan también esas rebajas a los precios que venden a los productores. Si no está ocurriendo así sería un comportamiento irregular o poco eficiente de las cadenas de suministros y deberían adoptarse las medidas oportunas”.