El Banco Central Europeo mantiene los tipos de interés en el 2% tras siete recortes consecutivos
El BCE cumple el guion previsto en medio de la incertidumbre por la guerra arancelaria impulsada por Donald Trump
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El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves cumplir con el guión y mantener sin cambios los tipos de interés, de tal modo que la tasa de depósito (DFR) seguirá en el 2%, la de referencia para sus operaciones principales de refinanciación (MRO) en el 2,15% y la de la facilidad marginal de préstamo (MLF) en el 2,40%.
Cumpliéndose todos los pronósticos de los analistas, y en medio de la guerra arancelaria impulsada por enésima vez por Donald Trump, el BCE ha detenido su ciclo de flexibilización tras recortar el precio del dinero en 200 puntos básicos mediante ocho ajustes a la baja, los últimos siete de forma consecutiva.
El BCE mantiene los tipos bajo un entorno "excepcionalmente incierto"
"La inflación se sitúa actualmente en el objetivo del 2% a medio plazo. La información más reciente respalda, en líneas generales, la anterior valoración del Consejo de Gobierno sobre las perspectivas de inflación. Las presiones inflacionistas internas han continuado relajándose y los salarios están creciendo más lentamente", ha explicado el instituto emisor.
"Gracias en parte a las anteriores bajadas de los tipos de interés [...], la economía, en conjunto, ha demostrado hasta ahora capacidad de resistencia en un entorno internacional difícil. Al mismo tiempo, el entorno continúa siendo excepcionalmente incierto, debido, especialmente, a las disputas comerciales", ha abundado.
La tasa de inflación de la eurozona
La tasa de inflación de la eurozona se situó en junio en el 2% interanual, una décima más que la subida del mes anterior, mientras que, en el conjunto de la Unión Europea, el incremento fue del 2,3%, una décima más también.
La evolución de los precios en el área de la moneda común fue reflejo del abaratamiento del 2,6% en el coste de la energía frente al retroceso del 3,6% de mayo. Los alimentos frescos se encarecieron un 4,6%, tres décimas más.
Al descontar el impacto de la energía, la tasa de inflación se mantuvo estable en el 2,5%, aunque, de excluirse, además, el coste de los víveres, alcohol y tabaco, la subyacente repitió en junio con un 2,3%.
Entre los Estados de la UE, los mayores aumentos correspondieron a Rumanía (5,8%), Estonia (5,2%) y Hungría y Eslovaquia (4,6%). Por contra, las menores subidas se observaron en Chipre (0,5%), Francia (0,9%) e Irlanda (1,6%). En el caso de España, la inflación armonizada fue del 2,3%, tres décimas por encima del promedio de la zona euro.