El Departamento de Comercio, en su segundo cálculo de los tres que ofrece, revisó al alza las cifras que ofrecía a comienzo de mes, en las que estimaba un ritmo de crecimiento del 2 por ciento para el periodo julio-septiembre.
La cifra muestra un mejor comportamiento de la economía estadounidense, con un incremento de 0,8 por ciento respecto al trimestre precedente, en el que se registró una tasa anualizada de 1,7 por ciento.
El gasto de los consumidores, que en EE.UU. representa más de dos tercios de la actividad económica del país, fue uno de los motores, con un ritmo de crecimiento del 2,8 por ciento, por encima del 2,2 precedente, en lo que supone su cuarto trimestre de incremento consecutivo y el más alto desde 2007.
La balanza comercial también colaboró en este comportamiento de la economía con un descenso de las importaciones, que pasaron de crecer un 33,5 por ciento a hacerlo un 16,8 por ciento.
Las exportaciones, por su parte, siguieron en ascenso, pero con un ritmo ligeramente menor al anterior trimestre: 6,3 por ciento frente al 9,1 por ciento anterior.
El déficit comercial de Estados Unidos, uno de los mayores del mundo, se situó en 506,7 mil millones de dólares, frente a las previsiones de 514,9 mil millones, lo que sustrajo 1,76 puntos porcentuales de crecimiento.
El índice de precios en gastos de consumo -un indicador vinculado al PIB y que es la medida de inflación preferida por la Reserva Federal después de que se excluyen los precios más volátiles de alimentos y energía- subió en el tercer trimestre a una tasa anualizada del 0,8 por ciento.
En el trimestre anterior había subido a una tasa del 1 por ciento, por lo que la Reserva Federal confía en el bajo ritmo de inflación para sustentar la política monetaria que mantiene las tasas de interés por debajo del 0,25 por ciento desde diciembre de 2008.
Las empresas también mejoraron sus beneficios, que mostraron un ritmo de crecimiento del 2,8 por ciento, con unas ganancias de 1,66 billones de dólares en los primeros nueve meses del año y que supone un ascenso de 27,8 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Los buenos resultados de las compañías hicieron que incorporasen a 151.000 trabajadores a sus plantillas, la primera subida en 5 meses.
La economía estadounidense registra con este 2,5 por ciento una nueva aceleración en su ritmo de crecimiento, que se había relajado en el segundo trimestre con un 1,7 por ciento, dos puntos por debajo de los 3,7 por ciento que había mostrado en el primer trimestre.
No obstante, los analistas calculan que la economía estadounidense necesita un ritmo de crecimiento del 5 por ciento durante todo un año para poder reducir el desempleo.
Según datos del Departamento de Trabajo, el desempleo afecta a más de 15 millones de trabajadores, lo que representa un tasa del 9,6 por ciento.
La recesión que comenzó en EE.UU. en diciembre de 2007 ha sido la más larga y profunda desde la Gran Depresión de 1930, y provocó la desaparición de más de 8 millones de puestos de trabajo.
Es el segundo dato del PIB publicado por el Departamento de Comercio tras el anuncio de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) de inyectar 600.000 millones de dólares en la economía hasta mediados de 2011 mediante la compra de bonos del Tesoro a un ritmo de 75.000 millones de dólares mensuales.
El Departamento de Comercio tiene previsto publicar su tercer y último dato ajustado sobre el PIB del tercer trimestre el próximo 22 de diciembre.