A la subida en el precio de la electricidad y de la gasolina que llevamos meses sufriendo en España, se une ahora el conflicto entre Rusia y Ucrania, que está afectando también a nuestro bolsillo, entre otras cosas, a los alimentos que consumimos. Estos son los que más están subiendo de precio.
Europa se ha posicionado en contra de la guerra y ha impuesto sanciones económicas a Rusia, como restricciones a bancos, energía, exportaciones o transporte. Tras casi dos semanas de guerra, estas restricciones se están empezando a notar en nuestra economía. El encarecimiento de la luz y de los carburantes también está contribuyendo a que muchos alimentos aumenten descontroladamente de precio, lo que afecta a la cesta de la compra de los españoles.
Ucrania tiene especial relevancia en el mercado de los cereales. Es el primer productor mundial de semillas y harinas. España importa cada año casi un 30% del maíz que se consume y un 17% del trigo.
Estos alimentos, además de para elaborar pan y otros productos de bollería y pastelería, se utilizan para elaborar piensos para la ganadería, por lo que la subida de los precios de los mismos o la posibilidad de una falta de suministro derivará en una subida de los precios de la carne. Por lo tanto, el mercado cárnico y alimentos derivados como los huevos o la leche también incrementarán su precio en las próximas semanas.
El aceite de girasol es otro de los productos que más se están encareciendo. Ucrania es el principal proveedor de este alimento en nuestro país. La crisis de Ucrania y el miedo de la población han hecho que los españoles acudan en masa a los supermercado a por esta grasa vegetal, por lo que los supermercados se han visto obligados a limitar su venta.
La producción de harina, panadería, bollería y pastelería, la producción de malta y cerveza y la de piensos son los más afectados por la reducción de cereales procedentes de Ucrania, pero también de Rusia. Además, las sanciones impuestas a Rusia están reforzando las tensiones en los precios tras unos meses de subidas significativas en los precios de los carburantes y de la luz.