Un clásico de los futbolistas que tiene que pasar por caja: tributar los derechos de imagen a través de empresas (con impuestos más bajos) y no como rentas personales. Y otra vez, la maquinaria judicial vuelve a tumbar la fórmula. Esta vez le toca ponerse al día con Hacienda a Gerard Piqué. Deberá abonar 2,1 millones de euros. La cantidad incluye los impuestos que se considera que no pagó y una multa de algo más de 600.000 euros.
La Audiencia Nacional tumba el recurso del futbolista por cobrar sus remuneraciones publicitarias los años 2008,2009 y 2010 a través de la empresa Kerad Project 2006. El tribunal desestima el recurso del central del Barça y da la razón a la Agencia Tributaria de Cataluña que, revisando las declaraciones del catalán, determinó que usó su sociedad para pagar impuestos de un 30% en vez del 45% que tributaría en el IRPF.
El modus operandi de Piqué no es nuevo en absoluto. Hacienda lleva años investigando cómo los futbolistas y otros colectivos desviaban el pago de derechos de imagen a través de empresas para tributar menos. Un escrutinio que se agudizó bajo el mandato del ministro Cristóbal Montoro, en lo peor de la crisis. En la lista (y con algunas imágenes sonadas en los tribunales) Sergio Ramos, Iker Casillas, Xabi Alonso, Mascherano, Iniesta, Piqué, Cristiano Ronaldo, Messi, James Rodríguez, Falcao, Di María, Marcelo, Modric o el polémico José Mourinho.
La pareja de Piqué, la cantante Shakira, también tiene diferencias con Hacienda. Todavía no hay sentencia firme, pero ha tenido que comparecer ante la justicia por un supuesto fraude de 14,5 millones de euros. La artista asegura que no residía en España entre 2012 y 2014, por eso no tributó en nuestro país y escogió otros lugares con impuestos más bajos. Para la Fiscalía es evidente que residía en España y aportó como prueba el gasto habitual en establecimientos comerciales de nuestro país.