Qué es la 'cheapflación': la práctica que abarata los productos y engaña al consumidor

Qué es la 'cheapflación': la práctica que abarata los productos y engaña al consumidor
'El Programa de Ana Rosa' nos explica cómo darnos cuenta de esta nueva práctica.
Compartir

Este jueves 27 de febrero, 'El Programa de Ana Rosa' ha explicado en directo qué es la 'cheapflación', la 'trampa' que usan las marcas para seguir vendiendo sus productos y que afecta a los consumidores. Además, nos han explicado cómo descubrir esta 'trampa' que está a la orden del día ¡Muy atentos a las etiquetas de los productos en los supermercados!

Las constantes subida de los precios de los últimos tiempos ha hecho que la piscaresca se convierta en algo habitual entre las empresas para no tener pérdidas ni disminuir sus ventas. Mientras que los consumidores buscan alternativas más económicas como marcas blancas y ofertas, las empresas se esfuerzan por reducir costos de producción para mantener los precios y fidelizar a su clientela.

PUEDE INTERESARTE

'Cheapflación', la trampa para abaratar productos para seguir vendiéndolos al mismo precio

Uno de los últimos seudotimos que se han denunciado ha sido el conocido como 'cheapflación', una práctica que consiste en reducir la calidad de los productos para mantener los precios, se presenta como un incremento encubierto en el precio que perjudica a los consumidores.

Esta estrategia permite a las marcas mantenerse en el mercado e incrementar su margen de beneficio, pero a costa de la calidad del producto. En última instancia, los consumidores reciben un producto peor o en menor cantidad por el mismo precio.

PUEDE INTERESARTE

Organizaciones como la OCU han identificado ejemplos de cheapflación en productos alimentarios, como el cambio de aceite de girasol por aceite de colza debido al incremento en el precio del primero. Esta práctica, que también afecta a productos como ropa y electrónica, consiste en usar componentes más baratos sin alterar el precio visible, lo que implica un aumento encubierto en el costo para el consumidor.

Aunque esta práctica no es ilegal si se informa correctamente en el etiquetado, muchos consumidores no son conscientes de los cambios. La OCU ha propuesto una enmienda a la Ley General para la Defensa de los Consumidores para hacer más visibles estos cambios y garantizar que los consumidores reciban información clara sobre la reducción de calidad o cantidad de los productos, algo que ya se aplica en países como Francia y Alemania.