Los errores más comunes que comete la gente al usar su aire acondicionado: "Hay uno que siempre se repite"

Cada verano se repite lo mismo: el uso del aire acondicionado es, muchas veces, la única manera de combatir el calor. A las temperaturas máximas se une el agobio de unas noches sofocantes, en las que apenas es posible conciliar el sueño, por lo que esta tecnología se convierte en una vía de salvación, alivio y bienestar. Sin embargo, Pedro Navarro, Iberia Training Manager y referente en formación técnica de climatización y aerotermia, advierte que su mal uso no solo puede disparar nuestra factura de la luz, sino que, además, puede producir un deterioro en el aparato que, a la larga, supondrá un gran coste adicional.

Por ello, ha enumerado los errores que cometemos a la hora de conectar este aparato: "Entre los errores más frecuentes que observamos en el uso cotidiano del aire acondicionado destaca claramente la selección de temperaturas excesivamente bajas. Muchos usuarios creen que si programan la unidad a una temperatura muy inferior a la deseada, la habitación se enfriará antes. Esto no solo es incorrecto, sino que además genera una serie de problemas que afectan directamente al consumo energético y al confort térmico", indica el experto, en concordancia con las recomendaciones de la marca Haier.

"Cuanto más fío, más rápido enfría" es una creencia falsa

Navarro insiste en que, cuando se establece una temperatura demasiado baja respecto a la real deseada, lo que ocurre es que "el equipo no consigue alcanzar nunca esa temperatura de consigna, por lo que no regula ni se detiene, funcionando de forma continua". Esto provoca un desgaste innecesario del equipo, un aumento significativo del consumo eléctrico y también una reducción del confort, ya que puede crear una sensación de frío excesiva en algunas zonas de la habitación (que, además, puede afectar negativamente a la salud).

"Es importante recordar que el tiempo que tarda una máquina en alcanzar la temperatura seleccionada no depende de lo baja que esta sea, sino exclusivamente de la potencia del equipo, que debe adecuarse a la demanda térmica real del espacio que se quiere refrigerar", señala al experto, al tiempo que recuerda que, según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), las temperaturas de refrigeración recomendadas para interiores están comprendidas generalmente entre 24 °C y 26 °C.

Desconectar el aire acondicionado y luego encenderlo cuando la habitación vuelve a estar muy caliente es otro de los grandes errores

Además de creer que, cuanto más fría pongamos la temperatura, más pronto se va a enfriar la estancia en las que nos encontramos, el especialista en aerotermia también recalca otros de los errores más comunes que cometen los usuarios: "Dejar puertas y ventanas abiertas, lo que genera pérdidas térmicas y obliga al equipo a trabajar de forma constante, aumentando innecesariamente el consumo eléctrico. Colocar objetos que bloqueen el flujo de aire, dificultando así una correcta distribución y provocando descompensaciones en la climatización. Y desconectar el aire acondicionado constantemente y luego encenderlo cuando la habitación vuelve a estar muy caliente, provocando ciclos excesivos de encendido-apagado que aumentan el consumo energético".

Por último, Navarro menciona que no todos los errores de los aparatos de aire acondicionado son únicamente de uso cotidiano. "A menudo, una instalación incorrecta, con errores técnicos como una longitud inadecuada de las líneas frigoríficas o no respetar los espacios libres indicados en el manual de instalación del equipo, puede provocar también un aumento considerable del consumo energético y problemas de rendimiento", concluye.