El testamento vital: por qué lo deberías tener (no es el de la herencia) y cómo hacerlo por menos de 50 euros

No se reparten bienes, sino que asegura que se respeten tus decisiones si, llegado el momento, no puedes comunicarte
¿Tienes dudas sobre la necesidad de hacer testamento? Preguntas y respuestas
El testamento vital, también llamado documento de voluntades anticipadas o instrucciones previas, es un escrito legal en el que una persona mayor de edad, con capacidad, manifiesta anticipadamente cómo quiere que sean sus cuidados médicos si llega un momento en que ya no pueda expresarse.
Debe quedar claro que no es lo mismo que un testamento de herencia. Aquí no se reparten bienes, sino que asegura que se respeten tus decisiones sobre tratamientos, intervenciones médicas o el destino de tu cuerpo si, llegado el momento, no puedes comunicarte. En España, está regulado por la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, la Ley básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.
El propósito central del testamento vital es evitar que otros tomen decisiones por ti sin tener claro lo que tú querías. En definitiva, evitar que sean terceras personas las que decidan qué tratamientos médicos vas a recibir cuando ya no puedes expresarlo. Además, también sirve para para dejar constancia sobre el destino de tus órganos o del cuerpo una vez fallecido.
Además, este documento se incorpora al Registro de Instrucciones Previas correspondiente de tu comunidad autónoma, y debe constar en el historial clínico del paciente, de forma que los profesionales de salud lo puedan consultar cuando llegue la hora de aplicarlo.
Es importante saber también que se trata de una serie de decisiones revocables, y se pueden cambiar o anular en cualquier momento si tus preferencias cambian.
Cómo hacerlo por menos de 50 euros
Aunque algunos optan por hacerlo ante notario, lo cierto es que no siempre es necesario y hay maneras de formalizarlo económicamente moderadas, con seguridad jurídica, por menos de 50 euros.
El coste mínimo fijo aplicable a documentos notariales sin cuantía actualmente asciende a 30,05 euros. Esa tarifa mínima cubre la formalización estándar del documento.
En muchas comunidades autónomas puedes descargar modelos oficiales, cumplimentarlos, firmarlos y entregarlos al registro autonómico de voluntades anticipadas sin necesidad de notario. En esos casos, los costes pueden reducirse al mínimo (copias, certificados si los necesitas) o ser prácticamente simbólicos.
Si decides acudir al notario, el precio suele situarse entre 50 y 80 euros, dependiendo de la ciudad, la complejidad del texto, y si haces copias autorizadas. Pero si ajustas el documento a lo esencial, usando los modelos oficiales y sin exigir muchos servicios añadidos, puedes acercarte al umbral inferior, e incluso usar la tarifa mínima en comunidades que permitan registro directo sin notario.
Paso a paso para formalizarlo
El primer paso es decidir qué tratamientos quieres aceptar o rechazar en caso de enfermedad terminal, accidente grave, o incapacidad para expresarte. También puedes indicar si deseas donación de órganos, destino del cuerpo, acompañamiento espiritual u otros deseos personales.
Con esto claro, es el momento de buscar el formulario de voluntades anticipadas de tu comunidad autónoma; estos modelos están disponibles para descargar gratuitamente. Se puede firmar ante notario, o en muchas comunidades ante funcionarios o servidores públicos que gestionan el registro de instrucciones previas. Tras ello, es importante no olvidarse de inscribir el documento en el registro autonómico correspondiente y asegúrate de que quede constancia en tu historial clínico.
Haz varias copias para ti, para tus médicos, para tu representante, para la familia. Asegúrate de que quienes deban saberlo sepan dónde encontrarlo. Aunque no esté legalmente exigido hacer copias, está recomendado.
Tener un testamento vital no cuesta una fortuna, pero puede evitar sufrimientos innecesarios, decisiones indeseadas de terceros, y dar paz tanto a ti como a quienes te rodean. El gasto mínimo rondará los 30 euros si usas los mecanismos autonómicos adecuados y modelos oficiales; si recurres al notario, probablemente gastes entre 50 y 80 euros. Lo fundamental es que seas claro con lo que quieres, que lo pongas por escrito, lo registres, y lo revises si cambian tus convicciones.
