¿Cuándo se puede solicitar la reducción de jornada por cuidado de hijos?

¿Cómo afectaría la reducción de jornada laboral?
Reducción de jornada
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MadridLa reducción de jornada por cuidado de hijos es un derecho laboral que permite a los trabajadores reducir su tiempo de trabajo para atender las necesidades de sus descendientes. Se trata de una alternativa esencial para facilitar la conciliación entre la vida laboral y familiar, ofreciendo a los padres y madres la posibilidad de dedicar más tiempo al cuidado de sus hijos sin verse obligados a renunciar completamente a su actividad profesional.

Según el artículo 37.6 del Estatuto de los Trabajadores, aquellos empleados que, por razones de guarda legal, tengan a su cuidado directo a un menor de doce años, una persona con discapacidad que no desempeñe una actividad retribuida, o un familiar hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad que, por razones de edad, accidente o enfermedad, no pueda valerse por sí mismo, tienen derecho a una reducción de su jornada laboral diaria. Dicha reducción puede oscilar entre un octavo y la mitad de la duración de la jornada, con la correspondiente disminución proporcional del salario. 

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¿Quiénes pueden solicitarla?

Este derecho es aplicable tanto a hombres como a mujeres, sin distinción de género. Además, en situaciones donde ambos progenitores trabajan, ambos pueden solicitar la reducción de jornada por el mismo menor. Sin embargo, si ambos trabajan en la misma empresa, el empleador puede limitar su ejercicio simultáneo por razones fundadas y objetivas de funcionamiento de la empresa, siempre que estas estén debidamente justificadas por escrito. 

Para formalizar la solicitud, el trabajador debe comunicar por escrito su intención de reducir la jornada, indicando la fecha de inicio, la duración de la reducción y la concreción horaria deseada. Es recomendable presentar esta solicitud con una antelación mínima de 15 días, aunque este plazo puede variar según el convenio colectivo aplicable o las políticas internas de la empresa. La empresa está obligada a responder a esta solicitud y, en caso de negativa, debe justificarla con razones objetivas y fundadas. 

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Es importante destacar que la reducción de jornada debe realizarse dentro del horario laboral habitual del trabajador. Esto significa que no se puede cambiar el turno de trabajo ni modificar la naturaleza de la jornada (por ejemplo, de partida a continua) como parte de la reducción. Además, la reducción no puede acumularse en días completos; debe aplicarse diariamente sobre la jornada habitual. 

Cotizaciones y otros aspectos legales

Durante los dos primeros años de reducción de jornada por cuidado de un menor, el trabajador mantiene el 100% de la base de cotización de la Seguridad Social, lo que significa que, a efectos de prestaciones como jubilación, incapacidad permanente o desempleo, se considera como si estuviera trabajando a jornada completa. A partir del tercer año, la base de cotización se ajusta proporcionalmente a la jornada reducida. 

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Por otro lado, la ley protege a los trabajadores que ejercen su derecho a la reducción de jornada por cuidado de hijos. Si un empleador decide despedir a un trabajador por el hecho de haber solicitado o estar disfrutando de una reducción de jornada, dicho despido puede ser declarado nulo, obligando a la empresa a readmitir al trabajador y a abonarle los salarios dejados de percibir. 

En situaciones en las que el menor padece una enfermedad grave que requiere de hospitalización y tratamiento continuado, el trabajador tiene derecho a una reducción de jornada de al menos la mitad de su duración, con la correspondiente disminución salarial. Este derecho se extiende hasta que el menor cumpla 23 años, siempre que se mantengan las condiciones que dieron lugar a la reducción. 

La reducción de jornada por cuidado de hijos es una herramienta fundamental para promover la conciliación laboral y familiar. Permite a los trabajadores atender las necesidades de sus hijos sin desvincularse completamente del ámbito laboral, asegurando que exista así un equilibrio entre ambas esferas. Es esencial que tanto empleados como empleadores conozcan y respeten este derecho, fomentando entornos laborales más flexibles y comprensivos con las responsabilidades familiares.