El trabajo en la cárcel, un camino hacia la reinserción en el mercado laboral: "Me sirve para desconectar y tener la cabeza ocupada"
Un equipo de Informativos Telecinco visita la cárcel de Lledoners, en Barcelona, para conocer el funcionamiento de este programa de reinserción
El Centro de Iniciativas para la Reinserción ofrece cursos y talleres para ocupar a internos de las cárceles y preparar así su ingreso en el mercado laboral
De los 800 internos que hay en esta prisión, la mitad trabaja y ha pasado por un módulo de formación y talleres
La economía de una cárcel o el trabajo en las prisiones es una actividad poco conocida. Los reclusos que están ocupados y cobran por su oficio, consiguen experiencia y se preparan para volver a la libertad. Un equipo de Informativos Telecinco ha entrado en la cárcel catalana de Lledoners para ver cómo funciona este sistema.
En esta cárcel hay 800 internos, la mitad de ellos trabajan y han pasado por un módulo de formación y talleres. "Un total de 400 en diferentes servicios como cocina o lavanderías. Están dados de alta en la Seguridad Social y cotizan como cualquier trabajador", explica Luis Peña, del Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE). Tienen aulas donde se enseñan trabajos de fontanería y calefacción. Cuando acabe el curso, los internos tendrán el certificado profesional para realizar este tipo de instalación.
"Para que ellos se vayan acostumbrando a respetarse, a saber recibir órdenes, la puntualidad, todo ese tipo de habilidades que luego en una empresa tienen que tener", señala Eduardo Alonso, técnico de formación en centros penitenciarios.
Sueldos de en torno a 600 euros al mes
Iván es encargado en un taller de cajas eléctricas que se envían a una empresa que las comercializa. Por esto gana unos 600 euros al mes. "Los dedico en pagar responsabilidad civil, intentar ayudar un poquito y sobrevivir aquí dentro", cuenta. "He cogido bastante experiencia aquí, lo pondremos en el currículum y veremos a ver qué va saliendo sobre la marcha", añade.
Sergio monta cofres eléctricos en otro taller y dobla turno. Por esto gana unos 500 euros al mes. "Me sirve para desconectar y para tener la cabeza ocupada en el trabajo", señala.
"El CIRE trabaja y ha elaborado un modelo propio que tiene como tres fundamentos: la formación, la ocupación, el trabajo y que la reinserción pueda obtener certificados de profesionalidad que den acceso con mayores garantías al mundo laboral en el futuro. En el 2024 hemos hecho unos 1.100 contratos laborales", detalla Daniel Ortiz, director general del CIRE.
Lucero encontró trabajo tras cumplir condena
Y una vez fuera de los muros, aterrizar en la calle no es fácil, pero mujeres como Lucero han conseguido un contrato de trabajo y cambiar su vida.
"Estuve cumpliendo condena cuatro años. Trabajaba repartiendo la comida y el miedo mío era de no poder encontrar trabajo, pero lo busqué y lo busqué y al final lo encontré. Tengo metas para mí y para mi familia y sé que las voy a cumplir", cuenta.
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