La Liga Nacional de Fútbol Profesional, LaLiga, es una de las industrias económicas más fructíferas del país, un negocio que además de atraes a miles de aficionados de todo el mundo, genera un importante volumen de negocio y crea miles de puestos de trabajo.
En el informe realizado por la auditoría PwC, analiza el impacto económico, fiscal y social que la industria del fútbol profesional generó en España durante la temporada 2016/2017.
La consultora asegura que los ingresos totales generado por la industria del fútbol profesional en España en la temporada 2016/17 superaron los 15.688 millones de euros, una cifra que representa un 1,37% sobre el PIB.
Comparando las cifras de los ingresos generaros por el fútbol en el año 2016 con otras industrias del país, es el equivalente al 24% de la producción de vehículos de motor, al 48% de la actividad económica del sector de las telecomunicaciones o a 1,4 veces el volumen de ingresos del transporte aéreo en España.
Existen otros sectores económicos españoles relacionados con la LaLiga, como apuestas, canales de televisión, juegos, o vídeojuegos, que durante la temporada 2016/2017 llegaron a alcanzar en su conjunto los 3.998 millones de euros.
La consultora estima que la aportación total de la industria del fútbol profesional al empleo en España asciende a la cifra de 185.000 puestos de trabajo. Esta suma proviene de los puestos de trabajo de impacto directo (47.647), los relacionados (58.945), los indirectos (49.145) e inducidos (28.863). Esta aportación total supone casi 1 de cada 100 personas ocupadas en España, un 0,98% de los trabajadores totales del país.
Cuando un aficionado habitual acude a un evento de LaLiga genera una actividad económica en otros sectores como la restauración, el transporte, merchandising o el alojamiento. El consumo generado el ‘día del partido’ es el principal de los impactos relacionados que genera el fútbol profesional. Entre ellos se encuentran los gastos de asistencia al estadio, restauración, y gasto turístico adicional cuando los espectadores acuden a ver un partido fuera de su residencia habitual.
A partir de la encuesta realizada por PwC sobre el consumo de productos relacionados con el fútbol en España y el Instituto Nacional de Estadística, el gasto medio de un espectador el día del partido alrededor del estadio en restauración y merchandising fue de 29 euros. En trasporte, para acudir y volver de los estadios, y en el párking cada persona se gastó una media de 19 euros. Además, en el caso de las personas que tuvieron que pernoctar fuera de su residencia habitual, el gasto medio por alojamiento fue de 122 euros.
La industria del fútbol profesional contribuyó con 4.089 millones de euros a la Hacienda Pública española durante la temporada 2016/2017, según afirma la consultora PwC. La cifra es un total de la contribución tributaria por tipo de impuestos, es decir, 1.163 millones provienen del IVA, 1.075 millones de euros provienen del IRPF, de la Cotizaciones de la Seguridad Social provienen 1.036 millones, del Impuesto de Sociedades proceden 640 millones y 175 millones derivan de los Impuestos Especiales.
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se debe fundamentalmente al consumo de los asistentes (bares, restauración, trasporte, etc.) y al aumento en consumo de hogares derivado de una mayor actividad económica.
La mayor actividad económica generada por el fútbol profesional generó un aumento de la masa salarial, lo que aumentó la recaudación en Cotizaciones a la Seguridad Social.
Cuando se habla del dinero que la industria del fútbol contribuye al erario español, es inevitable pensar en los muchos casos de los futbolistas que han defraudado a la Hacienda pública española y han sido procesados por ello. Entre los más sonados se encuentra el caso del exjugador del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, quien el pasado mes de enero fue condenado a 23 meses de prisión y a una multa de 18,8 millones de euros por defraudar 14,7 millones entre los ejercicios fiscales de 2011 y 2014.
Otro de los casos más mediáticos fue el del jugador Leo Messi. En 2016, la familia del jugador --él y su padre Jorge Horacio Messi Pérez, fueron condenados por la Audiencia Provincial de Barcelona por tres delitos fiscales por haber defraudado 4,2 millones de euros a Hacienda durante los ejercicios 2007, 2008 y 2009-- aseguraron que esta sociedad estaba "totalmente inactiva" y que derivaba "de la antigua estructura societaria diseñada por las anteriores asesores fiscales" de la familia.