Las familias gastarán entre 1.500 y 2.000 euros en la vuelta al cole según la ONG Save the Children. La horquilla de gasto está en línea con los cálculos de los consumidores. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por ejemplo, los sitúa en 1.993 euros. Es una media que encubre muchas diferencias porque no es lo mismo la educación pública y la privada. También varía según las zonas geográficas.
El 36,2% de las familias tiene dificultades económicas para superar esta "cuesta de septiembre" aunque finalmente puedan pagar la factura. En España hay 2,2 millones de niñas y de niños en riesgo de pobreza y exclusión.
No son solo las dificultades económicas para afrontar los gastos en material (que se suman al resto de gastos familiares) las que marcan la diferencia para los niños de familias vulnerables. Las vacaciones de verano también contribuyen. "Los más pobres no disfrutan del mismo tipo de vacaciones que otros niños y niñas, y eso hace que comiencen el curso con una clara desventaja" asegura Andrés Conde, director general de Save the Children que añade: "pasan los días en casa, sin actividades estimulantes, con muchas horas de televisión. Los veranos condicionan la vuelta al cole mucho más de lo que podríamos imaginar".
La formación extracurricular es un lujo inalcanzable para muchos niños. Una de cada cuatro familias no puede permitírsela. Uno de cada cinco niños se quedado, además, sin los campamentos o las excursiones que se programan a lo largo del curso. También tienen más dificultades para beneficiarse de becas. El 20% de la población más pobre no se beneficia de ellas y no porque no cumpla los requisitos económicos. Normalmente son la desinformación, las dificultades técnicas o los requisitos académicos los que frenan el acceso.
En las etapas más tempranas de los niños, hasta los cuatro años, el mayor gasto escolar es el destinado a la conciliación, como el pago de las escuelas infantiles que puede llevarse entre el 30% y el 40% del gasto escolar, dependiendo de las comunidades autónomas.