Cómo te afecta la jubilación parcial si trabajas en varios empleos simultáneamente

La jubilación parcial puede solicitarse a partir de los 62 años y medio
Cómo afecta tener varios empleos a tu pensión: pluriactividad y cálculo de bases en 2025
La jubilación parcial, esa fórmula intermedia entre la actividad plena y el retiro definitivo, puede parecer una solución ideal para quienes quieren trabajar menos sin desvincularse por completo del mercado laboral. Pero ¿qué ocurre cuando el trabajador, en lugar de un solo empleo, mantiene varios contratos a la vez? La compatibilidad entre jubilación parcial y pluriempleo plantea interrogantes cuyas respuestas exigen una lectura cuidadosa de la normativa vigente y sus matices.
Según la Seguridad Social, la jubilación parcial puede solicitarse a partir de los 62 años y medio (si se cuenta con al menos 35 años y medio cotizados), con una reducción de jornada de entre el 25% y el 50%, o hasta el 75% si se suscribe simultáneamente un contrato de relevo con otro trabajador más joven. La condición es clara: debe mantenerse un contrato a tiempo parcial con la misma empresa en la que el trabajador estaba previamente contratado a tiempo completo.
Pero ¿y si esa persona también trabaja en otra empresa? En este caso, el pluriempleo introduce una complejidad adicional. Según el criterio interpretativo de la Seguridad Social, el trabajador podrá seguir desempeñando otras actividades siempre que no sean a jornada completa y siempre que el conjunto de sus jornadas no contravenga los límites establecidos en su contrato reducido. Es decir, no puede compensar en una empresa lo que ha reducido en otra.
El riesgo de la incompatibilidad silenciosa
En la práctica, muchos trabajadores no comunican sus situaciones de pluriempleo cuando solicitan la jubilación parcial. Esta omisión puede acarrear consecuencias graves: desde la suspensión de la pensión parcial hasta la obligación de devolver las cantidades percibidas indebidamente, más intereses de demora. La compatibilidad exige que el trabajador no mantenga, ni suscriba después, contratos que superen en cómputo total la jornada previamente reducida.
La Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social ya se ha pronunciado al respecto: el contrato de relevo y la jornada reducida no pueden convertirse en una fórmula encubierta para mantener el mismo nivel de actividad bajo diferentes formas contractuales.
¿Y qué pasa con la pensión?
Desde el punto de vista económico, quienes trabajan en más de una empresa pueden acumular bases de cotización superiores, siempre que no superen el tope máximo legal (en 2025, fijado en 4.720,50€ mensuales). Esto permite optimizar la base reguladora sobre la que se calcula la pensión futura.
No obstante, según el simulador del Instituto Nacional de la Seguridad Social, el cómputo no se realiza de forma automática si hay cotizaciones simultáneas en diferentes regímenes o actividades. Será necesario solicitar expresamente la acumulación de bases y verificar que cada empresa ha cotizado correctamente en proporción a la jornada pactada.
A esto hay que añadir que el Real Decreto-ley 11/2024, en vigor desde enero de 2025, ha introducido mejoras en la regulación de la jubilación parcial. Entre ellas, la ampliación de supuestos compatibles con contratos de relevo en empresas de menos de 50 trabajadores y mayor flexibilidad para contratos a tiempo parcial adicionales, siempre que no se supere el umbral máximo de jornada combinada. Pero también se han reforzado los mecanismos de inspección: la Seguridad Social cruza datos entre empresas y exige trazabilidad en los acuerdos de reducción.
La jubilación parcial sigue siendo una herramienta útil para quienes desean dar un paso atrás sin renunciar del todo a su actividad profesional. Pero para los trabajadores con varios empleos, la clave está en la planificación: reducir de forma legal, coordinar contratos, comprobar cotizaciones y, sobre todo, no olvidar que cada hora de más puede convertirse en un problema fiscal, jurídico o económico. Porque en el nuevo mapa del trabajo envejecido, la flexibilidad mal entendida puede salir cara.

