Pensiones

¿Merece la pena retrasar la jubilación para cobrar más? Comparativa de cuánto se gana por cada año extra

Retrasar la jubilación. uppers.es
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Retrasar la jubilación no solo supone demorar la salida del mercado laboral, sino que también trae consigo un beneficio económico que puede llegar a hacer evolucionar tu pensión. La clave está en elegir bien entre varias opciones disponibles para los futuros jubilados. Además, desde abril de 2025, esos incentivos son compatibles con trabajar cobrando pensión.

En primer lugar hay que saber que la normativa establece que, por cada año completo trabajado tras alcanzar la edad ordinaria de jubilación, se puede añadir un complemento del 4% a la pensión mensual. A partir del segundo año, también se computan periodos de más de seis meses (hasta un año) como un 2% adicional.

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La segunda vía permite recibir cada año de demora de la jubilación como un pago único, cuya cuantía depende de los años cotizados al llegar a la edad legal. Este puede oscilar entre 4.800 y 13.500€ anuales, y se incrementa un 10% adicional si superas los 44 años y 6 meses cotizados. Los atrasos de más de seis meses cuentan como medio año desde el segundo año completo.

Si se retrasa la jubilación entre 2 y 10 años completos, la opción mixta combina ambas alternativas: el 4% de incremento a la pensión se aplica durante la mitad del tiempo demorado (redondeando hacia abajo) y el resto se cobra como pago único anual. Si superas los 11 años, recibes pago único por 5 años y el incremento porcentual por los años restantes.

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¿Y si sigo trabajando cobrando pensión? 

La reforma con efecto desde abril de 2025 incorpora una escala que combina demora y “jubilación activa” (trabajar cobrando pensión): con un año de demora percibirás el 45% de la pensión, con dos años el 55%, con tres el 65%, con cuatro el 80% y con cinco o más años el 100%. A partir de ahí, cada 12 meses adicionales suman cinco puntos más hasta alcanzar el máximo.

Qué conviene según tu situación

La elección más rentable depende de tus objetivos y tu perfil. Si buscas maximizar la pensión mensual desde el primer mes de cobro, la opción porcentual del 4 % anual suele ser la más ventajosa. En cambio, si prefieres disponer de una cantidad importante en efectivo para destinarla a un proyecto, inversión o amortización de deuda, el pago único ofrece una liquidez inmediata difícil de igualar. Quienes quieran equilibrar ambas ventajas pueden optar por la modalidad mixta, especialmente útil cuando se retrasa la jubilación entre dos y diez años. Por último, para quienes desean seguir trabajando mientras cobran la pensión, la nueva jubilación activa mejorada permitirá hacerlo con porcentajes crecientes hasta alcanzar el 100%, combinando ingresos laborales y pensión de forma plenamente legal.

Retrasar la jubilación sí puede convenir tanto en términos económicos, como si planeas seguir trabajando, siempre que elijas cuidadosamente entre las alternativas que permite la ley. Más aún, desde abril de 2025 la nueva regulación facilita esta opción, permitiendo compatibilizar pensión y actividad laboral con una progresión clara: comenzar en el 45% y llegar al 100%. La decisión final debe basarse en tu pensión prevista, tus años cotizados y tus planes de vida tras dejar el empleo.