Alemania ha confirmado que el brote que ha dejado 16 muertos y 1.400 afectados, sólo en Hamburgo, no proviene de los productos hortofrutícolas importados desde España y asegura que estos son aptos para el consumo y no presentan problemas, por más que hayan sufrido el boicot de varios países.
La noticia ha tranquilizado, en cierta medida, a los agricultores españoles que llevan varios días acumulando pérdidas. Tras conocerse el resultado de los análisis ya se han producido los primeros pedidos en Almería y varios camiones han salido ya hacia Alemania y Austria con verduras españolas, lo que no cambia la indignación por lo ocurrido.
"Uno de los supermercados más importantes con los que trabajamos de Alemania y Austria ha vuelto a hacer pedidos y cosas de esas y, la verdad, que estamos muy contentos", afirma Juan Antonio Díaz, director comercial de una empresa almeriense. Aunque la venta se está reactivando lentamente, ya que, el 70% de la flota de camiones frigoríficos, unos 12.000, está paralizada.
La crisis del pepino se ha extendido a otros productos como los pimientos, tomates y calabacines. Hasta tres millones de kilos de hortalizas no han salido de nuestras fronteras en una semana, lo que suponen, según los productores, las asociaciones hortofrutícolas y las administraciones españolas, 200 millones de euros de pérdidas.
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha defendido nuestros productos comiendo pepinos en Almería y desde allí ha exigido que se compense a los agricultores.
Mientras, Alemania continúa sin localizar el origen del brote de 'E.coli'. La Comisión Europea ha informado que, según la información que le han transmitido las autoridades alemanas, los análisis realizados a pepinos por el organismo de seguridad alimentaria de Hamburgo (Alemania) no han permitido aclarar todavía de dónde proviene la bacteria.
España pide compensaciones y que Alemania se dé mas prisa porque cada día la agricultura española pierde 30 millones de euros. BQM