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Qué tan recomendable es tomarse un año sabático si no te da la nota de corte: "No es un fracaso a largo plazo"

Un estudiante en una biblioteca. Pexels
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Tras finalizar con éxito los exámenes de la PAU, que este año ha presentado importantes novedades en su formato y puntuación, los estudiantes españoles esperan ansiosos la publicación de su nota final. Ésta, sumada a la nota media obtenida en bachillerato, les dará el cálculo total para saber si habrán alcanzado (o superado) la nota de corte de las carreras que quieren estudiar y comenzar así sus estudios universitarios. Antes de comenzar la prueba de este año, muchos de los alumnos confesaban el estrés que sentían por tener que alcanzar una nota determinada, de la que, supuestamente, depende su futuro.

Sin embargo, gracias a la escritora y periodista Kini López, coautora del libro Cómo estudiar lo que quieres aunque no te de la nota, sabemos que existen alternativas para lograr nuestros objetivos. Desde su experiencia personal, conoce bien el agobio que siente un alumno de último curso por la exigencia de las calificaciones. Por ello, su libro se presenta como una guía de estrategias y caminos que se pueden tomar para no depender exclusivamente de la nota de corte de las universidades. La primera de ellas, es acceder a la carrera deseada a través de un grado, a ser posible, de la misma rama de lo que se pretende estudiar. Así, se entra en el grado, que tiene una nota de corte inferior a la de la universidad y, en el segundo año, se pide el traslado del expediente.

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"Puede suponer un plus en tu currículum"

La segunda, es accediendo a través de una FP que también tenga que ver con los futuros estudios universitarios. Esto, según Kini, nos dará una visión real y práctica de la profesión que queremos ejercer: "Es curioso, pero antes de estudiar periodismo yo pregunté a varios directivos de medios a quién preferían contratar, si a alguien que venía de la carrera o de una Formación Profesional. Y la respuesta tuvo mucho que ver con que los alumnos de FP, que ya han hecho prácticas, ya saben resolver los problemas con los que un trabajador se puede encontrar, en contra de los estudiantes universitarios, que todavía tienen una base teórica", asegura en una entrevista exclusiva con Informativos Telecinco web. Por ello, no se debe "tener medio" a iniciar la profesión a través de esta vía.

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La tercera opción, si no nos da la nota de corta para entrar en la universidad, es cursar la carrera en el extranjero, "siempre y cuando se tengan los recursos suficientes para hacerlo". Y la cuarta es, quizá, la más controvertida, al menos, en apariencia. "Yo tenía claro que, si no entraba en la universidad que quería en Madrid, haría un año sabático (o lo que ahora se conoce como "gap year"). No hay que tomarlo como un fracaso ni pensar que, como estudiantes, no estamos quedando por detrás. Hay mucha presión social sobre este tema. Puedes aprovechar ese año para estudiar un idioma, para estudiar y madurar. Y luego volver a presentarte a la selectividad", subraya la autora y periodista. Y, de hecho, en su libro incide en los grandes beneficios de esta alternativa:

"Se trata de pasar un año haciendo cosas que te ayuden a desarrollar habilidades, explorar tus intereses, obtener experiencia laboral, conocer el mundo y madurar como persona. Diferentes estudios destacan varios beneficios para los estudiantes que se toman un año sabático frente a los que entran directamente en la universidad: una mayor satisfacción con los estudios universitarios elegidos, mejor rendimiento académico y mayor confianza y determinación de conseguir sus objetivos. Es tiempo que debes utilizar también para preparar de nuevo la PAU pero, además podrías aprovechar para viajar, mejorar tus idiomas, hacer voluntariado, ayudar en el negocio familiar… Las posibilidades son infinitas, y si lo planteas bien, puede ser un elemento diferencial en tu currículum. Ningún jefe te va a cuestionar por haber acabado la carrera un año más tarde que los demás", concluye.