Los expertos alertan de que "el 52% de los adolescentes va con sueño a clase": consejos para evitarlo

Una niña acude al colegio con su mochila
Una niña acude al colegio con su mochila.. Europa press
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Vitoria-GasteizRobar tiempo al sueño, pasa factura y no dormir bien puede derivar en problemas de la conducta, peor rendimiento escolar, obesidad, hipertensión, diabetes y problemas de salud mental. La lista es larga y estremecedora para una sociedad en la que la luz solar ha dejado de regular el ritmo de vida y ahora son las pantallas las que se empeñan en sincronizar nuestro reloj biológico: “Las pantallas hacen que inicies más tarde tus horas de sueño y son un verdadero problema”, advierte Carlos Egea, presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES).

Los jóvenes están sometidos a unos horarios pensados para adultos y que "no tienen en cuenta ni su desarrollo ni sus ritmos de sueño", apunta Gonzalo Pin, coordinador del área de sueño de la Asociación Española de Pediatría. El resultado es que "el 52% de los adolescentes van a clase con sueño". La solución pasaría por adaptar los horarios, las asignaturas y los exámenes a la cronología de niños y adolescentes.

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La organización de los ritmos de vida es "un problema de salud pública", dice Gonzalo Pin, coordinador del área de sueño de la Asociación Española de Pediatría, que ha presentado un decálogo para mejorar la salud y el rendimiento escolar de niños y adolescentes.

Más de la mitad van a clase con sueño

Egea participa, en Vitoria, junto a otros expertos en esta materia, profesionales de la educación, juventud y sociedad civil, en las jornadas ‘Sueño y aprendizaje: por unos horarios escolares más saludables’. El objetivo es reflexionar sobre la importancia del sueño en el desarrollo y el bienestar de los jóvenes. Un 30% de los niños y niñas no duerme bien y el 52% “van con sueño a clase”, apostilla Gonzalo Pin.

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Carlos Egea, experto en sueño, esta mañana en Vitoria

La idea es “adaptar los horarios escolares al momento cronológico de cada niño”. Por ejemplo, mientras que los preescolares son matutinos y "se levantan pronto incluso sábados y domingos"; los adolescentes son vespertinos y desde los 8 años van retrasando poco a poco su inicio de sueño, "sin embargo, hacemos que los institutos empiecen muy pronto" y eso provoca que "las dos o tres primeras horas su capacidad de atención y retención sea menor".

La “distribución de asignaturas” así como de “los exámenes” debería “adaptarse a la cronología” de los niños. "A primera hora las asignaturas más activas y a última las que requieran más atención", "a mitad de mañana y a mitad de semana, los exámenes si se pretende que el rendimiento sea mayor". Además, consideran que sería importante “introducir conceptos del sueño dentro del aula”. "Nuestro cerebro resetea cada 45 o 50 minutos y vuelve a prestar atención máxima, esos micro descansos son importantes para que la atención se mantenga en el aula", añade Pin.

El 'efecto Amazon'

Egea ha dedicado su vida a investigar sobre el sueño y es tajante “nuestra esperanza de vida depende del sueño”. En su opinión, el insomnio reduce el aprendizaje y crea adultos menos competentes y menos felices.

Los españoles sufren, en palabras de Egea, el ‘efecto Amazon’, es decir, “quiero dormir y lo quiero ahora”, pero “como no lo consigo me tomo algo”. Lejos de ser la solución, este efecto provoca que cada vez haya más personas que duermen menos y además toman medicamentos. “España es campeona en utilización de estos fármacos”, apunta Pin.

En este sentido, estos expertos apuestan por cambiar “el modo en el que vivimos el tiempo de sueño” y “luego si hay problemas ya está la medicina”. Egea en concreto apuesta por la música como tratamiento alternativo a la medicación para dormir.