Puente de mayo con calor de agosto: las temperaturas se siguen disparando en España

Este año hemos hecho el cambio de armario dos meses antes de lo previsto. Hoy se espera que haga cerca de 40 grados en Sevilla, donde la recta final de la Feria va a coincidir con el Puente de Mayo, por lo que habrá bastante afluencia de gente. A primera hora de este viernes hacía ya más de 25 ºC en gran parte de España, y el jueves se llegaron a superar los 34 ºC en Valencia y los 32 ºC en Madrid o Zaragoza. Con la masa africana sobre el país, las temperaturas no han parado de dispararse y el calor propio de agosto se ha estancado de día y de noche.

Riesgo de incendios, radicación solar a tope… Estos últimos días del mes de abril el ambiente está siendo extremadamente calurosos, incluso se ha adelantado la activación del plan nacional por altas temperaturas, con medidas como adaptar el horario escolar o adelantar un mes el horario habitual de apertura de piscinas.

El calor propio de agosto persiste en España

Hasta el momento, la temperatura más alta alcanzada durante el episodio de calor (y en lo que va de 2023) se ha registrado en Córdoba Aeropuerto, de 38,8 ºC. Antes, el récord para la ciudad andaluza para el mes de abril eran los 34 ºC del 18 de abril de 2017. En gran parte de Andalucía se superaron los 37 ºC el jueves, así como en Extremadura; hizo 34,5 ºC en Ávila; 33,2 ºC en Murcia, y 32,9 ºC en la Comunidad de Madrid.

Desde el Ministerio de Sanidad se han emitido algunas recomendaciones para evitar golpes de calor. En estas fechas, todavía a finales de abril, estos calores propios del verano no solo son inéditos sino que además suponen un riesgo extra para nuestra salud, puesto que el cuerpo no se ha adaptado.

Ya se han batido récords de temperaturas este jueves, cuando los termómetros tocaron techo, pero está previsto que esos récords "vuelvan a superarse y caigan otros en diferentes localidades" este viernes, según ha adelantado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo.

El sábado el calor extremo se desplazará al este y empezará a remitir el domingo

"Aunque el sábado habrá un descenso térmico en ampliar zonas, el calor todavía será muy intenso en el tercio oriental de la Península y en Baleares", ha puntualizado el experto de la Aemet.

Para el domingo y el lunes ha indicado que "todavía hay incertidumbre aunque parece que seguirán bajando las temperaturas, pero lo cierto es que en la zona centro mitad sur continuará el ambiente cálido para la época, con registros entre 5 y 10 ºC por encima de lo normal".

“Es posible que este mes de 2023, impulsado sobre todo por este episodio cálido, se sitúe entre uno de los dos meses de abril más cálidos de la serie histórica", ha dicho Del Campo. "Desde que hay registros, varias de las temperaturas alcanzadas entre el 25 y 30 de abril podrían ser los más cálidos para esas fechas, desde al menos 1950", ha precisado.

La semana que viene seguiremos con calor y sin lluvias

De cara a la próxima semana, el 1 de mayo podrían seguir bajando las temperaturas, aunque continuará el ambiente cálido en el sur de la Península y podrá haber de nuevo algunos chubascos tormentosos en la mitad norte peninsular. Las temperaturas es posible que vuelvan a recuperarse a partir del martes por lo que el portavoz ha reiterado que se esperan "un ambiente muy cálido para la época del año".

¿Qué pasa con la lluvia?

En cuanto a las precipitaciones, ha destacado la escasez de lluvias de este mes de abril: entre los pasados día 1 y 23, se habían recogido en España 12 litros por metro cuadrado, un 25 % del valor normal.

Durante este fin de semana se esperan precipitaciones en el tercio norte de la Península y algunas tormentas en el resto de la mitad norte. Por ello, ha señalado que "es bastante probable que abril de 2023 acabe como el más seco de la serie histórica en España en su conjunto, superando a abril de 1995, cuando cayeron 23 litros por metro cuadrado".

Cataluña y Andalucía están siendo hasta el momento las comunidades autónomas más afectadas por la sequía, con datos muy preocupantes. Solo se salvan de la tremenda escasez de lluvias puntos concretos de Aragón, Comunidad Valenciana y el oeste peninsular.

En Castilla-La Mancha, un municipio concreto se ha convertido en el epicentro de la sequía. En Tomelloso, en Ciudad Real, los agricultores han pedido que se declare 'zona catastrófica' tras 134 días sin llover. Sus cultivos de cereal se han echado a perder y hay miedo a los incendios. 

Para la próxima semana, a pesar de las lluvias que podrán darse de manera muy tímida en puntos del norte peninsular y entornos de zonas de montaña, no se espera gran cosa. Las precipitaciones volverán a estar por debajo de los valores habituales para estas fechas. No obstante, las previsiones empiezan a ser algo más optimistas para la siguiente semana, del 8 al 14 de mayo. Veremos si el pronóstico no cambia.