Ante la que podría ser considerada como la temperatura más alta alcanzada en todo el mundo, las autoridades se vieron obligadas a decretar un cese de labores para los habitantes de dicha ciudad y dejar que todos permanecieran en sus casas para combatir ese calor extremo.
Los 52 grados alcanzados el pasado lunes a las dos de la tarde desmarcarían al récord anterior del continente asiático que se situaba en un registro de 50 grados en Larkana, también en Pakistán. Esta marca llevaba establecida desde el pasado año, pero ahora puede perder su primer puesto.
En Pakistán ya se han sufrido otras olas de calor similares como la del 2015 cuando azotó a la ciudad de Karachi y afectó a toda la provincia sureña de Sindh. El gobierno declaró el estado de emergencia, se desplegó hasta al ejército y aun así fallecieron más de 1.200 personas.
Ahora, una nueva ola de calor está elevando los termómetros pakistaníes hasta los 44 grados de durante varios días y esto está causando estragos entre la población más anciana. Abdul Rashid, el director del Departamento de Meteorología de Pakistán, informa de que las temperaturas se mantendrán tan altas toda la semana y que será a partir del viernes cuando comenzarán a disminuir de forma progresiva hasta recuperar la normalidad.