A punto de descender los Alpes y cuando ya parecía que el alto riesgo de aludes no podría con ellos, una ola enorme de nieve se le vino encima. Por suerte, uno de ellos pudo salir rápidamente del montón que se acumulaba encima de él y pidió ayuda a un grupo de especialistas de montaña de la estación Sankt Anton am Arlberg, que los rescató de debajo de la nieve.
Las imágenes captadas por la cámara que uno de ellos llevaba en el casco muestran el momento que, aunque da escalofríos, no terminó en tragedia. En este caso, los esquiadores fueron afortunados: solo el primer fin de semana de enero hubo diez muertos en los Alpes por las avalanchas de nieve.