Por tercer día consecutivo, en buena parte de España hemos amanecido con un paisaje a lo Tim Burton enturbiado por la niebla. La visibilidad al volante se reduce desde por la noche hasta bien entrada la mañana y en ocasiones incluso se han cancelado vuelos por precaución. Por desfavorable que parezca, este fenómeno viene asociado a la estabilidad atmosférica, la cual está a punto de dejarnos con la entrada de una borrasca atlántica a partir del jueves. ¿Seguiremos con niebla?
Antes de nada, demos un pasito atrás. ¿Cómo se genera la niebla? Las brumas son un tipo de nube baja llamado 'estratos' que en ocasiones se adentra entre nosotros con tiempo anticiclónico. Cuando las altas presiones toman el mando, la inestabilidad no penetra. Las lluvias y el viento no molestan a una atmósfera muy tranquila y, al caer la noche, el suelo se enfría rápidamente. La capa de aire justo encima, en cambio, permanece algo más caliente, y se forma la bruma.
Esto es exactamente lo que ha sucedido desde hace varios días en la Península: el anticiclón de las Azores se colaba en la Península desde el Atlántico para propagar la niebla por diversas regiones del interior.
Si te declaras enemigo de los bancos de niebla por la dificultad que plantean al volante, te gustará saber que lo más probable es que podamos decirle adiós desde el jueves. Una borrasca se encargará de devolvernos la inestabilidad en buena parte del país aunque, eso sí, podremos todavía amanecer con ambiente brumoso en zonas del sur donde no lleguen las lluvias. Este sistema de bajas presiones lleva asociados varios frentes que nos dejarán nubosidad más alta que descargará en varias provincias, por lo que será bastante difícil que estas brumas se conformen.
No está de más, no obstante, refrescar algunos consejos que te ayudarán a sentirte más seguro al volante con niebla.