Bicis acuáticas: una virguería que se lleva este verano en las playas

eltiempohoy.es 29/07/2018 08:10

Las bicicletas acuáticas son el nuevo deporte veraniego y es que pedalear sobre el agua se ha convertido en la forma más divertida de hacer ejercicio. Seguras, estables, ecológicas, silenciosas y aptas para todos los públicos, prometen formar parte del reclamo turístico de todos los complejos vacacionales costeros.

La idea loca de Judah Schiller

El creador de este artilugio tan loco y divertido a la vez es Judah Schiller, diseñador y cofundador de Saatchi & Saatchi y de AIKO Agency. Vivía en Oakland y cada día tenía que atravesar el puente de San Francisco, con sus correspondientes atascos, para llegar al trabajo. El problema es que no podía hacerlo en bicicleta porque el carril bici sólo llega hasta la mitad del puente. Se propuso salvar este escollo creando una bicicleta con la que poder atravesar la bahía de San Francisco. Y lo hizo.

El diseño inicial consistía en un kit compuesto por dos patines hinchables, una pequeña hélice y un soporte para sujetar la bicicleta. Han pasado cuatro años y aquél artilugio se ha convertido en el modelo S1-C (que aparece en la fotografía conducido por la princesa Charlene de Mónaco), una bicicleta compacta y modular que permite pasar de la tierra al agua en menos de 10 minutos y alcanzan entre 15 y 25 km/h. Hoteles y resorts de lujo como Four Seasons, Viceroy Hotel Group, Waldorf Astoria, Aman, Ritz Carlton o Le Meridien se encuentran entre los clientes de Schiller. Lo cierto es que este invento se ha convertido en la diversión de medio mundo, de Costa Rica a Dubai, pasando por Bora Bora, Bali, España o el principado de Mónaco, donde la Fundación Princesa Charlene de Mónaco ha celebrado la segunda carrera de bicicletas acuéticas.

Otras bicicletas acuáticas

La S1-C de Schiller fue la primera, pero no es la única del mercado. Una de las más conocidas es Hydrofoiler XE-1 de la marca neozelandesa Manta 5. Se trata de una bicicleta acuática con asistencia eléctrica que puede llegar a alcanzar los 20 km/h. Otro modelo, algo más rudimentario, es el fabricado por It Bikes, su estructura es similar a un bote pero con pedales, cadena y manillar. Finalmente está el Hydrobike, el modelo más antiguo, que se sostiene sobre dos patines.

Cuánto cuesta el capricho

Puedes hacer dos cosas, adquirir una o alquilarla para dar un paseo. El coste de hacerte con una depende del modelo: En la web de Schiller puedes comprar la S1-C por 5.500 dólares, unos 4.700 euros aproximadamente. Si quieres hacerte con una de las Hydrofoiler XE-1 de Manta 5, es necesario que realices un pedido online y desembolses 4.355 euros. Las It Bikes tienen diferentes precios según admitan una o dos personas: algo más de 1.700 euros la individual y algo más de 2.600 euros la de dos plazas. HydroBikes también ofrece diferentes modelos de bicis acuáticas a diferentes precios: el modelo Explorer que cuesta unos 2.000 euros, el Cruiser que incluye motor y cuesta algo más de 2.500 euros y el Angler que está en torno a los 2.400 euros.

Dónde y por cuánto se puede alquilar en España

Si lo que deseas es alquilar la bicicleta acuática, depende de cuánto tiempo y dónde desees hacerlo. Existen muchos lugares del territorio español en el que ya es posible alquilar las Schiller: Bilbao, San Sebastián, Gijón, Palma de Mallorca, Huelva... Bastan tres ejemplos para hacernos una idea de los precios.

El puerto deportivo de Gijón, puso en marcha un servicio de alquiler de este tipo de bicis el pasado mes de junio durante la tercera edición de “Cita con el Mar”. El precio inicial era de dos euros por quince minutos de paseo, aunque la organización ha elevado su precio en verano a 6 euros.

En el puerto de El Rompido, Huelva, la empresa Flecha Mar ofrece dos precios para el alquiler de las bicicletas de agua: 10 euros la media hora y 20 euros la hora completa.

En Palma de Mallorca, la empresa que se dedica a alquilar las Schiller es Wave Surf. Sus precios están entre 25 euros por persona y hora y 45 euros por una hora y media.

Cuánto deporte se hace

Está claro que se trata de una nueva experiencia difícil de olvidar, pero ¿se hace realmente deporte con la bicicleta de agua? La respuesta es que el mismo que haces en una bicicleta fuera del agua: no tanto si paseas y mucho más si le das fuerte a los pedales. Lo cierto es que no exigen una forma física especial, como ocurre con otros deportes de agua: ni equilibrio, ni abdominales, ni brazos de remero. Basta subir y empezar a pedalear al ritmo que mejor se adapte a cada persona.

Eso sí, no te fíes del espacio recorrido sino del tiempo y la velocidad de pedaleo. La primera vez que su inventor la probó, tardó algo más de una hora en recorrer los 8 kilómetros de distancia que separan Oakland de San Francisco, y lo hizo a toda marcha porque se trataba de un reto personal. No parece una maala marca, en la segunda edición del Riviera Water Bike Challenge de Mónaco el recorrido fue de 21 kilómetros con relevos y los equipos disponían de un máximo de 3 horas para completar el recorrido.