El origen de estas lluvias y el viento está, por tanto, en una borrasca que se encuentra yendo hacia Europa por el norte de Europa. La fuerza de este sistema frontal es tal que los frentes que la acompañan, es decir, las ‘colas’ de la borrasca, han penetrado directamente hacia nuestro país. De momento se han registrado durante la madrugada rachas de hasta 145 kilómetros hora y precipitaciones de 116 litros por metro cuadrado.
Se trata de la segunda borrasca con nombre que designa, en coalición, el servicio meteorológico español, portugués y francés. La primera fue 'Adrián', lo que pasa que tuvo lugar en el Mediterráneo, así que no fue oficialmente una borrasca del Atlántico. Esta sí, y ha dejado claro que ponerle nombre no es ninguna tontería: según ha informado el 112, se han producido más de 400 incidencias solo en Galicia, la provincia más castigada por el temporal. La mayoría de los incidentes fueron motivados por la caída de árboles y ramas, así como problemas en las carreteras gallegas por obstáculos como tierra y piedras.
Este miércoles sus efectos se siguen notando, no solo en la costa del Cantábrico, sino también en regiones del interior peninsular. De hecho, los únicos que no sufrirán el paso del frente serán los pueblos del Mediterráneo. Allí de hecho las temperaturas han sufrido ascensos de hasta 6ºC, con máximas que fácilmente están superando los 20ºC.
La buena noticia es que este miércoles irá desinflándose poco a poco, y las máximas precipitaciones se registrarán, además de en el norte peninsular (donde el oleaje sigue estando bastante alterado, por otra parte) en el interior. Sin embargo, a partir del jueves se reactivarán las lluvias, primero en el noroeste y después en el resto del país. De hecho, ya están los avisos activados en Coruña, Pontevedra, Lérida y Huesca, aunque no se descarta que se vayan a unir más provincias en las próximas horas.